Human Rights Watch pide al Papa que condene la violencia y los prejuicios contra gais y lesbianas

MADRID
SERVIMEDIA

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) envió este miércoles una carta a la Santa Sede en la que reclama al papa Francisco que condene la violencia, los prejuicios y la discriminación contra las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (LGBT, según sus siglas en inglés), y que garantice que los responsables católicos actúen con las enseñanzas de la Iglesia “que promueven la dignidad de todas las personas”.

La misiva señala que, en la doctrina católica, la Santa Sede ha expresado la necesidad de proteger la dignidad humana de todos, pero líderes católicos de todo el mundo “a menudo” contradicen estos principios.

El director del Programa de Derechos de las personas LGBT de Human Rights Watch, Graeme Reid, que firma la carta, considera “alentador” que el Papa haya tomado “una postura pública en contra de la discriminación y la violencia” y apueste por “una Iglesia más inclusiva”.

“Lo que pedimos es que los funcionarios de la Iglesia católica se adhieran a las enseñanzas eclesiásticas y se opongan a la violencia y la discriminación, en particular los obispos, que a menudo ejercen una influencia considerable”, indica.

En este sentido, HWR expresa su preocupación por el hecho de que el mensaje de la Santa Sede “no siempre se divulga de manera consistente” a las comunidades religiosas locales de todo el mundo, y cita casos en los que las autoridades eclesiásticas han apoyado “legislaciones draconianas y discriminatorias contra las personas LGBT, lo que contribuye a un clima de impunidad, violencia y abusos contra las personas que integran las minorías sexuales y de género”.

Por ejemplo, el arzobispo Samuel Kléda y otros líderes católicos en Camerún han aprobado “sanciones penales injustas” contra personas de minorías sexuales y de género. “Funcionarios de la Iglesia Católica han brindado su apoyo tácito o explícito a leyes y prácticas discriminatorias contra personas LGBT. El papa Francisco tiene una oportunidad única para cambiar eso”, comenta Reid.

HRW explica que la Santa Sede ocupa una posición única como un estado soberano en calidad de observador en las Naciones Unidas y como un órgano de gobierno de una de las principales religiones del mundo, y que el Papa es la cabeza tanto de la Iglesia católica como del Estado soberano de Vaticano. “Por lo tanto, la Iglesia ejerce una influencia considerable no sólo en el ámbito religioso, sino también en el ámbito secular”, añade.

En su carta, HRW insta al papa Francisco a condenar públicamente la violencia contra las personas de minorías sexuales y de género, y a hacer un llamamiento por la despenalización de las relaciones sexuales consentidas y apoyar la derogación de “otras sanciones penales injustas para las personas que integran las minorías sexuales y de género”.

Hacer hincapié en su oposición a la pena de muerte bajo cualquier circunstancia, moderar el tono del discurso público de la Iglesia sobre la sexualidad y pedir una mayor protección legal para las minorías sexuales y de género son otras de las reivindicaciones de HRW realizadas al Pontífice.

(SERVIMEDIA)
16 Oct 2013
MGR