Según el Ministerio de Justicia, los tribunales españoles verán así ampliada su jurisdicción en este ámbito, a fin de perseguir y castigar mejor la pederastia.

El proyecto de ley recoge también el aumento a 16 años de la edad mínima de consentimiento legal para mantener relaciones sexuales. Sin embargo, aclara que no se considerarán como “hecho delictivo” cuando estas relaciones consentidas tengan lugar entre personas de edades o grados de madurez similares.

La reforma considerará también delito hacer que un menor de 16 años contemple relaciones o abusos entre terceras personas, así como contactar con él a través de medios tecnológicos para embaucarle y que facilite imágenes pornográficas.

Además, se endurecerán las penas asociadas a los delitos de prostitución que afecten a menores o a personas con discapacidad, y se considerará pornografía infantil la difusión de imágenes realistas de menores en conductas sexuales explícitas, aunque no sean reales.

En el futuro Código Penal aparecen finalmente nuevos delitos, como los de matrimonio forzado, acoso, divulgación de imágenes íntimas sin consentimiento de la víctima e inutilización del funcionamiento de los dispositivos de control telemático por acusados de violencia de género.