En un comunicado, denunció que hay zonas del país “cercadas desde hace meses” a las que el CICR y la Media Luna Roja siria no han podido acceder, en las que se registra “una grave escasez de suministros médicos, agua y alimentos”.

Según el jefe de la delegación del CICR en Siria, Magne Barth, en las zonas rurales de la provincia de Damasco “hay personas que están muriendo por la escasez de suministros y de personal médico y que pasan hambre porque tampoco llega comida”.

“El derecho internacional humanitario dispone que las partes en conflicto deben permitir y facilitar el paso rápido y sin trabas de la ayuda humanitaria para la población civil necesitada”, así como “respetar el derecho de todas las personas heridas o enfermas, sean portadoras de armas o civiles, a recibir asistencia médica lo más rápidamente posible”. Del mismo modo, el uso de armas químicas por cualquiera de las partes constituiría una grave violación del derecho internacional humanitario, agregó.

Finalmente, el CICR se mostró “consternado” ante las últimas noticias sobre el empleo de gas sarim en el conflicto, y exhortó a todos los combatientes a respetar las normas que prohíben su empleo.