La Policía ha inspeccionado en año y medio 138 prostíbulos de mujeres asiáticas en Barcelona
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Policía Nacional ha realizado 138 inspecciones a prostíbulos de mujeres asiáticas en la provincia de Barcelona durante el año 2012 y los siete primeros meses de 2013, según los datos facilitados hoy por el Ministerio del Interior. En los registros, los agentes identificaron a un total de 544 mujeres que ejercían la prostitución en pisos e inmuebles regentados por ciudadanos de origen chino.
En estas intervenciones, la Policía también detuvo a 156 personas por delitos relativos a la prostitución, falsedad documental y contra los derechos de los trabajadores, y aplicó la legislación de extranjería a otras 204 personas.
Los prostíbulos suelen estar controlados por grupos organizados dedicados a la explotación sexual de mujeres, a las que someten habitualmente a un férreo control personal.
En el marco de la lucha contra la trata de seres humanos, y concretamente contra las redes de explotación sexual, la UCRIF (Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) de Barcelona y las diferentes comisarías locales llevan a cabo inspecciones periódicas en pisos o locales donde mujeres de nacionalidad china ofrecen sus servicios sexuales. En la mayoría de los casos suele tratarse de prostíbulos encubiertos que se anuncian como saunas de relax o peluquerías.
Habitualmente los prostíbulos están regentados por miembros de grupos organizados de la misma comunidad china. Estas organizaciones están bien organizadas, con una estricta jerarquía y un reparto claro de funciones. Las mujeres explotadas deben estar disponibles las 24 horas para prestar los servicios sexuales que les sean requeridos, y además suelen residir en el mismo prostíbulo en condiciones de hacinamiento e insalubres, cercanas a la esclavitud.
Los beneficios obtenidos en cada servicio deben ser entregados a los encargados del establecimiento, también responsables de la vigilancia y control de las mujeres. Cada uno de sus integrantes tiene asignada una función concreta: ‘alquiladores’, que se ocupan de las infraestructuras, alquilando inmuebles que posteriormente son habilitados como prostíbulos; ‘controladores’, que vigilan y controlan permanentemente a las mujeres y la recaudación que generan, y ‘publicitarios’, que se ocupan de insertar anuncios en prensa, Internet y folletos que se reparten en vía pública.
(SERVIMEDIA)
12 Ago 2013
BCR/caa