Nada más empezar la reunión de la Diputación Permanente en la Cámara Baja, los distintos portavoces de la oposición tomaron la palabra para anunciar la retirada de 9 de los 28 puntos que había incluidos en el orden del día.

En concreto, eliminaron del debate cuatro solicitudes de comparecencia registradas por el PSOE, otras cuatro de la Izquierda Plural y una novena iniciativa de los nacionalistas de CiU y PNV.

Además, los portavoces anunciaron que sus intervenciones serían más breves de lo habitual para acelerar el debate. La estrategia pilló por "sorpresa" al Partido Popular, que dejó patente su tremendo enfado a través del secretario general del Grupo, José Antonio Bermúdez de Castro.

El diputado del PP reprochó a la oposición su "estrategia preconcebida" para conseguir que la polémica sobre el extesorero Luis Bárcenas estuviera presente en el debate y reclamó "respeto a las normas y procedimientos del Parlamento".

Bermúdez de Castro criticó que el resto de los grupos dieran marcha atrás en las peticiones de comparecencia que ellos mismos habían demandado en las últimas semanas porque "prefieren poner un titular en los informativos a la defensa de los intereses colectivos".

El presidente del Congreso, Jesús Posada, no dejó que el diputado popular concluyese su alegato, al entender que estaba iniciando un debate político en vez de fijar posición sobre lo que acaba de ocurrir. Así, le retiró la palabra y recalcó que los grupos de la oposición tenían derecho a retirar sus iniciativas si lo deseaban.