Según la investigación de dicha organización, los empleados de las mencionadas factorías llegan a trabajar 84 horas semanales, reciben amenazas verbales de sus superiores, tienen prohibido sindicarse y perciben salarios tan bajos que nos les permiten alimentarse adecuadamente.

Si estos hechos se prueban, violarían el código de conducta adoptado por Primark para evitar la penosidad laboral en las empresas de su cadena de suministro, después de haber recibido denuncias por esta causa

De momento el nombre de las factorías donde se producen estos hechos no ha sido revelado, con el fin de evitar represalias para los afectados, lo que ha sido criticado por representantes de Primark, que aseguran que este modo no podrá poner solución a la situación.

Por su parte, War on Want denuncia que las medidas éticas adoptadas por la compañía no han contribuido a mejorar la situación de los trabajadores de sus empresas proveedoras.

Por ello, reclaman nueva legislación que garantice unas condiciones laborales dignas a los empleados de los talleres que suministran a las principales cadenas de moda británicas los artículos que comercializan.