Rouco Varela, que presidió la entrega de la Medalla de Oro de la Universidad Pontificia de Salamanca al vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, expresó su deseo de que esta decisión se quede a nivel de la Comisión de Educación del Congreso y que no se lleve a efecto.

En su opinión, esto supondría privar “a las familias y a los niños españoles en las escuelas del Estado el poder ver el signo más fundamental y característico de su fe, y de la fe que ha configurado su historia personal, la historia de sus familias y la historia de su pueblo”.

Sobre este aspecto incidió y recalcó que el crucifijo es, además de un símbolo religioso, “signo de un humanismo que ha hecho transpirar al mundo entero con valores como el perdón o la misericordia”.

Asimismo, manifestó que “la democracia funciona con libertad y no con la imposición”, por lo que abogó porque se facilite que se puedan ejercer los derechos y no que se limiten.