Los ecologistas piden a la UE que reformule sus políticas sobre biocarburantes
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La política de la Unión Europea (UE) en materia de biocarburantes debe reformularse para evitar que el consumo de estos carburantes agrave el cambio climático y produzca mayores impactos socioambientales, como la destrucción de ecosistemas y la reducción global de alimentos.
Así lo explicó este viernes Nusa Urbancic, de la organización europea Transport and Evironment, en el inicio de unas jornadas organizadas por Ecologistas en Acción y con la colaboración de Amigos de la Tierra.
La estrategia de la UE 20-20-20, aprobada en 2008, establece que en 2020 el 10% de la energía consumida en el sector del transporte provenga de energías renovables, lo que a día de hoy se traduce en el uso de biocarburantes. Un objetivo establecido para reducir la dependencia energética de la UE de combustibles fósiles, así como las emisiones de CO2.
Sin embargo, un reciente estudio encargado por la misma Comisión Europea alerta de que el uso masivo de agrocarburantes puede generar incluso más emisiones de CO2 que el petróleo, como consecuencia de lo que se denominan las emisiones por el cambio de uso indirecto del suelo (ILUC, por sus siglas en inglés).
Se trata de las emisiones debidas a la roturación de nuevos suelos para producir los alimentos que ahora se destinan a obtener carburantes. De aplicarse los factores que integran estas emisiones, los principales biocarburantes consumidos en la UE, el biodiesel de soja y palma de aceite (78%), no podrían recibir subvenciones ni ser contabilizados como reductores de emisiones.
La Unión Europea, según Nusa Urbancic, debe, por tanto, establecer unos factores claros y ajustados a los últimos estudios científicos, que permitan reorientar adecuadamente el uso de biocarburantes hacia aquellos que realmente no producen unas mayores emisiones de CO2, no son la causa de otros impactos ambientales y no compiten por el uso de cultivos destinados para alimentación.
De lo contrario, subrayó, la política de la UE no estará sino agravando el calentamiento global y las crisis alimentarias que padecen millones de personas, un punto de vista compartido por Abel Esteban, portavoz de Ecologistas en Acción, y Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra.
En plena fase de debate en el Parlamento y Consejo Europeo sobre cómo incluir los factores ILUC y cómo reorientar la política de la UE en materia de biocombustibles, Transport and Environment, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra piden que se revisen los objetivos de consumo de agrocombustibles en el sector del transporte.
También reclaman que se incluya una manera correcta de contabilizar las emisiones de carbono debido a cambios de uso de suelo (ILUC) en las Directivas RED y FQD, así como que se refuercen los criterios de sostenibilidad también para los llamados biocombustibles de segunda generación.
Asimismo, piden al ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que no se oponga a incrementar el límite propuesto por la Comisión Europea para evitar que los biocarburantes consumidos en la UE procedan de cultivos alimentarios y no sean la causa de futuras crisis alimentarias en el mundo.
Por último, dichas organizaciones recuerdan que el problema energético del modelo de transporte sólo puede solucionarse mediante una transformación del sistema completo, que minimice el número de desplazamientos, incremente su eficiencia energética y reduzca su dependencia hacia fuentes energéticas de tipo fósil o no sostenibles.
(SERVIMEDIA)
22 Mar 2013
JCV/caa