Tras presentar en el Ministerio de Sanidad el 'Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial 2013' de la OMS, Seguí explicó que el procedimiento para que los médicos puedan informar a Tráfico sobre este particular ya existe, pero el problema es que no se tiene conocimiento del mismo.

"Todo médico de cabecera que tenga delante suyo un paciente que por enfermedad permanente o transitoria, o por estar tomando una medicación que interfiera con la conducción, tenga la convicción de que esa persona no debiera conducir, tiene ya un mecanismo en marcha, que es la comunicación al jefe provincial de Tráfico, para iniciar el proceso de revocación temporal o permanente de la licencia de conducción", señaló.

Otra cuestión, añadió la responsable de Tráfico, es que no se conozca suficientemente o que muchos médicos planteen la disyuntiva de la confianza del paciente y la confidencialidad de esos datos. Por ello, indicó que desde hace unas semanas la DGT está trabajando con diferentes colectivos para mejorar el proceso e involucrar definitivamente a los médicos asistenciales a fin de que contribuyan positivamente a acabar con la situación de riesgo que implica que se pongan al volante personas que no están en condiciones de hacerlo.