La entidad explica que la Dirección General de Atención Sanitaria y Calidad de la consejería de Echániz ha aprobado un documento marco con el que pretende obligar a los hospitales públicos de la región a tratar a los pacientes aquejados de algunas afecciones oculares con un medicamento que no está evaluado ni autorizado para el abordaje de estas enfermedades.

Entre estos procesos figuran, siempre según los diabéticos, la degeneración macular asociada a la edad exudativa, el edema macular diabético y la oclusión de la vena retiniana.

El medicamento en cuestión, conocido por su marca comercial Avastin®, indica la misiva, "es un fármaco que, como les consta perfectamente, no ha sido diseñado para el tratamiento de este tipo de enfermedades". Por el contrario, asegura, la Agencia Europea del Medicamento "tan solo ha autorizado su uso en enfermedades oncológicas".

Pero, por si esto no fuera suficientemente grave, añaden los diabéticos, resulta que este fármaco tampoco se ha diseñado para ser administrado por vía intraocular.

De hecho, va más allá la federación, "el documento técnico aprobado por la Agencia Europea del Medicamento advierte claramente sobre las consecuencias indeseables que puede suponer para el paciente el ser tratado con este fármaco por esta vía".

DECISIÓN RECHAZABLE

Por ello, y porque España cuenta ya con productos evaluados y autorizados por la Agencia Europea del Medicamento para el tratamiento de estas enfermedades, por vía intraocular, la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Castilla-La Mancha considera "rechazable" la decisión de la Consejería de Sanidad de abordarlas con Avastin®.

La entidad señala que estos fármacos suponen un mayor coste que el de Avastin®, pero, añade, "han sido incluidos por el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad en la cartera farmacéutica del Sistema Nacional de Salud", lo que implica que los pacientes manchegos tienen derecho a acceder a ellos.

"Un derecho que el gobierno regional del que usted forma parte tiene la obligación de garantizar, en vez de obstaculizarlo con esta arbitraria iniciativa", afirma textualmente la misiva.

Y prosigue: "La decisión de su consejería, en definitiva, nos parece totalmente inaceptable, tanto desde un punto de vista legal como desde un punto de vista ético", ya que las leyes son extremadamente claras al respecto y tan sólo permiten utilizar un medicamento en enfermedades para las que no está autorizado en casos excepcionales, es decir, cuando no existan fármacos específicamente evaluados y aprobados para ello.

La carta concluye dando un voto de confianza al consejero: "Confiamos, no obstante, en que termine imponiéndose la sensatez en este asunto y que la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, de cuya política es usted responsable en última instancia, reflexione antes de que se produzcan desgracias irreparables".