Cárdenas declaró a Servimedia que la muerte de Chávez es "el desenlace que estaba previsto de acuerdo a los diagnósticos médicos pese al secretismo" con que ha llevado el tema el Gobierno. Ahora, estima que se abre un tiempo de "absoluta incertidumbre" porque no llegó a tomar posesión del cargo tras su reelección y la designación de Nicolás Maduro como vicepresidente violenta lo estipulado por la Constitución.

No obstante, precisamente por el personalismo de Chávez, este opositor confía en que el pueblo venezolano desee un "rescate de su democracia" y volver a un sistema que respete los derechos humanos.

Admitió que se producirá una polarización social y que los chavistas harán "lo posible por atornillarse en el poder", pero cree que no podrán hacerlo porque la crisis de Venezuela no es sólo política sino económica.

Cárdenas no reconoció ningún logro a Chávez en su período en el Gobierno de Caracas, recordando el desabastecimiento, los cortes de agua y luz, la inseguridad ciudadana y jurídica y el apoyo a grupos terroristas como las FARC y ETA, y atribuyó a un mero "populismo" clientelista las misiones para ayudar a los pobres.