Después de que la reforma superara las enmiendas de totalidad e iniciara su trámite parlamentario, Bono expresó en los pasillos su opinión de que el aborto "no es un derecho, ni un bien", sino "un mal, una desgracia", ante la que hay que intentar reducir el número de casos.

En este asunto, añadió, el debate no es "ideológico, de izquierdas o de derechas", sino "de conciencia", y a muchos diputados esa conciencia "les interpela" a la hora de votar.

Por ello, pidió "no caricaturizar" a quienes expresan opiniones diversas y que esas reflexiones no se presenten como ideologías "enfrentadas".

Una vez iniciado el trámite parlamentario de la reforma, Bono aseguró que se alegra de que el texto "pueda mejorarse" y tratar de concitar el mayor consenso por parte de los grupos dispuestos a contribuir a ello.