Así lo aseguró hoy el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, durante su intervención en la inauguración de una jornada europea sobre reducción de cargas administrativas a las empresas.

Según Lacasa, el alto coste que estas cargas suponen a las empresas, un 4,6% del PIB, hace que se corra el riesgo de que este problema "no haga sino aumentar en el futuro, debido al marco competencial español".

En este contexto, exigió un "cambio de mentalidad", tanto de los empresarios como de la Administración, para pasar de una "cultura de la desconfianza" a una "cultura de la declaración responsable".

Por su parte, la secretaria de Estado para la Función Pública del Ministerio de la Presidencia, Carmen Gomis, coincidió con Lacasa en afirmar que se debe impedir el establecimiento de nuevas cargas administrativas para la regulación de un nuevo marco normativo de calidad. Gomis afirmó que "no consiste en regular menos, sino en regular mejor".

Además, indicó que la detección de las obligaciones más gravosas para las empresas es fundamental. Asimismo, insistió en la necesidad de facilitar a las empresas el cumplimiento de estas obligaciones.

Para la secretaria de Estado, en un entorno gloablizado la reducción de cargas administrativas se presenta como un "instrumento clave para la mejora de la competitividad", ya que proporciona flexibilidad, facilita el acceso de los nuevos emprendedores a los mercados y promueve como única respuesta la inversión en innovación, que, según dijo, constituye un motor de avance en la economía.