Estas personas cruzaron el río Oubangui, al norte de la República Democrática del Congo, para refugiarse en la República del Congo, aunque otros 14.000 congoleses se desplazaron internamente dentro del país, según informó hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Un total de 60 personas murieron y otras 40 resultaron gravemente heridas y necesitaron ser evacuadas a hospitales de la República del Congo tras una disputa entre las tribus "enyele" y "munzaya" en la aldea de Dongo. La violencia se extendió a los pueblos vecinos y varios de ellos fueron quemados, por lo que se encuentran ahora vacíos.

Debido a las consecuencias de este episodio de violencia, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció hoy que incrementará la distribución de asistencia humanitaria a la población desplazada.

Varios equipos de esta agencia de la ONU se encuentran en el terreno a ambos lados del río Oubangui para evaluar las necesidades de asistencia alimentaria de los desarraigados, la mayoría de ellos mujeres y niños, que se encuentran en condiciones precarias desde que abandonaron sus hogares.

El PMA empezará la distribución de víveres entre esta población la segunda semana de diciembre, para lo cual ha empezado a movilizar desde la República Centroafricana un total de 23 camiones con 455 toneladas de alimentos y 8.000 litros de combustible.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Fnuap) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) fletaron esta semana un avión con suministros médicos rumbo la región afectada.