Según dicho estudio, que analizó el comportamiento de 600 grandes compañías que operan en aquel país, dos tercios de ellas habrían incrementado sus emisiones, tienen objetivos para su reducción por debajo de los fijados por el ejecutivo británico o no informan sobre este asunto.

Tan solo el 20% de las empresas investigadas pudieron probar una reducción real de sus emisiones, y tenían objetivos ambiciosos en esta materia en línea con los del Gobierno británico.

Entre las compañías con políticas más eficaces para la reducción de gases de efecto invernadero se encontraban los hipermercados Tesco, el proveedor de telefonía móvil T-Mobile la firma informática Dell y el fabricante de automóviles BMW.

Un total de 250 firmas no ofrecían información sobre sus políticas en este ámbito, entre ellas Google, McKinsey y Amazon, mientras que 320 no se habían fijado objetivos en esta materia. En esa situación se encontraban Porsche, la cadena de grandes almacenes Harvey Nichols y McDonald’s.

Además, de las firmas que sí informaban sobre sus emisiones de CO2, 122 las habían incrementado, entre ellas Barclays, la cadena de televisión Sky y el portal de Internet eBay.

La investigación se ha basado en la información facilitada por Carbon Disclosure Project, la mayor base de datos sobre emisiones de dióxido de carbono del mundo, así como los aportados por las empresas estudiadas.

Algunas de las empresas que obtuvieron peores resultados han resaltado su esfuerzo para luchar contra el cambio climático, como Google, que sostiene que ha mejorado la eficacia de sus ordenadores y reducido la energía utilizada en sus centros de trabajo.

Por su parte, McDonald’s asegura haber reducido el consumo energético de sus restaurantes un 6%, y que contribuye a reducir las emisiones de CO2 en 1.000 toneladas al año, mediante su programa de reciclaje de aceite usado.