Este incremento se produce pese a que el precio de la materia prima, fijado por el Gobierno, se mantuvo en los 13,3057 euros para la botella de 12,5 kilogramos, según indicaron fuentes del sector.

A este monto se suma el IVA del 21% y el impuesto especial de 15 euros por tonelada, que supone un incremento de 0,1875 euros por cada botella de butano. De tal forma que el precio final que el consumidor abona es de 16,32 euros desde el 1 de enero frente a los 16,10 euros por bombona que se pagaba desde octubre.

Al inicio del año, la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (Aoglp) criticó la decisión del Gobierno de congelar el precio de la bombona de butano, ya que asegura que hace “imposible repercutir los costes reales de la materia prima en el precio final”.

La patronal aseveró que esta situación “va en contra de los preceptos de libre competencia marcados por la ley” y denuncia que “altera y condiciona la rentabilidad de todas las empresas del sector”.

Además, la asociación alertó de que la imposibilidad de repercutir el incremento de costes al precio final “pone en riesgo” el futuro de las empresas “y los puestos de trabajo que proporcionan”. Por esta razón, la Aoglp sostiene que la congelación del precio “perjudica al consumidor”, ya que pone en riesgo el mantenimiento del servicio.