Saénz de Santamaría inició la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros confirmando y lamentando el fallecimiento y transmitiendo el sentido pésame y la solidaridad del Gobierno a la familia del sargento y todas las Fuerzas Armadas.

La vicepresidenta reconoció la "tarea impagable" que realizan los militares "al servicio de la democracia y de quienes vivimos en ella", con una "entrega generosa" en situaciones "peligrosas e imprevisibles".

Según informó el Ministerio de Defensa, el sargento pertenecía a un equipo de desactivación de explosivos de la Unidad de Ingenieros de la Aspfor XXXII y falleció en la ruta OPAL, entre las localidades de Qala-i-Naw y Darra-i-Bun, donde se detectó un artefacto explosivo improvisado y él trató de desactivarlo.

Fernández Ureña tenía 35 años y era natural de Bilbao, soltero y sin hijos. Ingresó en el Ejército en 2000 y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza. Por su desempeño desde 2009 en Afganistán ya fue condecorado con la medalla de la OTAN.