Gao Ping, tras ordenar una paliza: “lo único que quiero es venganza”

- También ordenó “arrancar los pies y las manos” al marido de una de sus empleadas

MADRID
SERVIMEDIA

El sumario del ‘caso Emperador’ ha dejado al descubierto las prácticas mafiosas de la trama y ha revelado cómo su presunto líder, el magnate chino Gao Ping, no dudaba en recurrir a la violencia para resolver sus problemas e imponer su hegemonía. “No quiero remediarlo, lo único que quiero es venganza”, señala Ping tras ordenar darle una paliza a un comerciante chino en una conversación telefónica interceptada por la policía.

El sumario del ‘caso Emperador’, al que ha tenido acceso Servimedia, recoge otra conversación en la que Ping ordena “arrancar los pies y las manos” al marido de una trabajadora de una de sus empresas, a la que se acusa de haber robado cerca de 50.000 euros.

La Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional señala en base a estas conversaciones en un informe dirigido al instructor de la causa, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que Gao Ping, como “líder máximo de la organización criminal”, no duda en “recurrir al empleo de la violencia como castigo y muestra de su poder”.

Para estas ‘violentas’ tareas, Gao Ping recurría a Haibo Li, presunto líder del aparato de extorsión de la trama, y a su lugarteniente, Jianjun Bao, alias ‘Katong’, el principal ‘matón a su sueldo’ de la red.

PALIZAS A CAMBIO DE DINERO

En el informe se reflejan varias conversaciones en las que Gao Ping acuerda con su hermano mayor “castigar” y “darle una paliza” a un ciudadano chino que a su vez había agredido a una de sus hermanas. En la primera conversación, que tiene lugar en la noche de 9 de abril de 2012, Gao Ping llama a su hermano mayor, Xiang, y le cuenta que el agresor “ha aceptado que se le dé una paliza como venganza”. En una segunda llamada, pocos minutos más tarde, Ping se queja del dinero que tienen que pagar a Haibo Li para contratar a los ‘matones a sueldo’.

Al día siguiente, Ping habla con otro de sus subalternos, quien le señala que la paliza se ha llevado a cabo y que el agredido parece “muy grave”.

El poder de Gao Ping no solo se ejercía dentro de la organización sino que también se extendía al grueso de la comunidad china en Madrid como se refleja en el hecho de que el magnate es requerido desde china para que solucione una rencilla entre dos grupos de familias que ha derivado en una reyerta multitudinaria en el polígono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada (Madrid).

ROBO DE UNA EMPLEADA

En una conversación mantenida el 8 de abril pasado, el presunto líder de la trama es informado de que una de las empleadas de una empresa de su mujer ha sido acusada de robar cerca de 50.000 euros. Ping inicia entonces una serie de gestiones orientadas a garantizar el cobro del dinero supuestamente sustraída, que pasan por retener a la trabajadora, encontrar a sus padres o, incluso, por amenazar a su marido.

De hecho, Ping llama a su mujer, Lizhen Yang, el 10 de abril y le dice que si la empleada no devuelve todo el dinero, “se le arrancarán los pies y las manos a su marido”.

En una llamada anterior, que tuvo lugar el 24 de marzo, Gao Pin llama a Haibo y le pregunta por un comerciante chino de la zona de Tirso de Molina que ha tenido unas ‘discrepancias’ con su hermano en relación a unos pagos y que ha llegado a agredir a una empleada.

El presunto líder se pregunta –“con odio”, según indica la policía en la transcripción- qué clase de hombre pega a una mujer, para acto seguido ordenar a Haibo que se organice para “vengarse y darle una paliza”. Es entonces cuando Gao Ping pronuncia el “no quiero remediarlo, lo único que quiero es venganza” antes de pedir al líder de la trama de extorsión que mande a cumplir la misión a ‘Katong’, al que está dispuesto a pagar “varios decenas de miles de euros” por el trabajo.

(SERVIMEDIA)
15 Dic 2012
DCD/man