En el texto, además de manifestar su compromiso con esta Declaración Universal y con la defensa de los derechos de los niños, se apuesta por hacer de estos derechos una prioridad política y por trabajar en la protección y promoción de los derechos de la infancia y la adolescencia en esta región.

Tras rechazar cualquier forma de violencia que se ejerza sobre los niños e impulsar y participar en todas aquellas iniciativas que se propongan para denunciar y acabar con la situación de malos tratos y abusos para con los derechos de los niños, los diputados madrileños reconocen el derecho de los niños al disfrute del más alto nivel posible de salud.