José Luis Giera y Daniel Rodríguez nos acercan el fútbol para ciegos y el baloncesto en silla de ruedas
"Soy un deportista, no tengo ni más ni menos mérito"
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Autores: Carlos Grau, Ramón Estévez y Delio DíazComo en años anteriores, los jóvenes de la ONCE han querido resaltar con motivo del Día de la Discapacidad, que se celebra el 3 de diciembre, algún aspecto de la misma. En esta ocasión lo dedican al deporte de los deportistas José Luis Giera y Daniel Rodríguez.
En 1960 fueron fundados los Juegos Paralímpicos, cuya primera edición se celebró en Roma. En un principio, estaban destinados a deportistas que presentaban algún tipo de discapacidad, incluyendo ocho deportes, ampliándose sucesivamente tanto las modalidades deportivas como el número de países participantes.
Con motivo del Día de la Discapacidad, desde Juventudes de Unidad Progresista queremos dar a conocer algunos de los deportes que representaron a nuestro país en la última cita paralímpica, Londres 2012.
José Luis Giera, es integrante del equipo de Alicante y de la Selección Española de fútbol para ciegos, mientras que Daniel Rodríguez juega al baloncesto en silla de ruedas en el Fundosa ONCE de Madrid, siendo también uno de los hombres clave de la Selección Española.
SUS VIDAS
Juventudes de Unidad Progresista: ¿Cómo fueron los inicios en tu deporte?
Daniel Rodríguez: Cuando empecé la carrera me hicieron una prueba en el fundación Grupo Norte de Valladolid, resultó bien y pasé a formar parte de su plantilla. Poco después, el seleccionador nacional apostó por mí y tuve la suerte de aprovechar la oportunidad en sucesivas convocatorias.
José Luís Giera: El fútbol me atrajo desde siempre, desde que era pequeño. Recuerdo que mis padres me trajeron un balón y comencé a jugar con amigos e incluso practicaba solo en el patio de mi casa, donde mi madre todavía conserva algunas plantas rotas que dan fe de ello (risas).
JUP: ¿Cuál es tu relación con este deporte? ¿Cómo es una semana normal deportivamente hablando?
D.R: Nosotros entrenamos tres días a la semana, dos días hacemos lo propio en el gimnasio y el fin de semana jugamos los partidos de competición. De todos modos, la temporada pasada, con motivo de los Juegos, los entrenamientos duraban hasta seis horas diarias y aumentó el número de concentraciones.
J.L.G: Normalmente entreno tres días a la semana con el equipo de Alicante, los otros dos salgo a correr o voy al gimnasio por mi cuenta, combinando la parte física con la técnica para estar a tope.
JUP: ¿Tenías como objetivo llegar a ser paralímpico?
D.R: No, de hecho yo empecé a practicar como hobby y porque si cuando haces deporte normalmente ya te sientes mejor, en una silla de ruedas cuanto más fuerte estés, más independencia vas a tener.
J.L.G: Realmente, cuando yo empecé a jugar al fútbol, nunca pensé en llegar a una cita paralímpica. Poco a poco fui teniendo oportunidades, vino la llamada de la Selección y empecé a soñar por primera vez con las Paralimpiadas cuando jugamos el Mundial obteniendo el subcampeonato.
JUP: ¿Cómo compatibilizas tu vida deportiva y laboral?
D.R: La mayoría de la gente tiene que compatibilizar su empleo con el deporte. Por ejemplo, los Juegos Paralímpicos requirieron una concentración de 74 días, algo que muchas veces resulta incompatible con un puesto de trabajo. No hay duda de que se necesita una mayor profesionalización del deporte para obtener mejores resultados.
J.L.G: En mi caso no he tenido ningún problema para hacerlo, ni siquiera con los estudios, porque cuando empecé a entrenar a diario, ya había terminado la carrera.
LOS JUEGOS
JUP: ¿Cómo fue tu experiencia en los Juegos?
D.R: Tuvimos la suerte de llegar con una semana de antelación a la Villa Olímpica para aclimatarnos porque para todos los componentes de la selección, salvo uno, eran nuestros primeros Juegos. Uno de los momentos más esperados es la inauguración, es el más emotivo e impresionante y en cuanto a la convivencia con deportistas de todas las nacionalidades y disciplinas, es cierto que se trata de la “fiesta del deporte”.
J.L.G: Lo primero que me llamó la atención fue el amplio seguimiento que tuvimos en Londres, el estadio olímpico lleno, el ruido ensordecedor, el número de competidores… Fue impresionante. La relación con el resto de deportistas era muy buena, lo malo es que apenas tenías tiempo de conocer a nadie en profundidad porque somos muchos países y muchos participantes.
Seguimiento mediático.
JUP: ¿Qué opinión te merece la difusión que han dado los medios de comunicación de los Juegos Paralímpicos?
J.L.G: No sé si se ha hecho todo lo que se podría, pero desde luego, comparándola con la cobertura que ha habido en otros juegos, esta ha sido espectacular. No podemos quejarnos para nada.
D.R: El estadio se llenaba, podía haber unas 15.000 personas viéndonos, y esto puede causarte dos efectos: Puedes venirte abajo, que tu cuerpo no responda y te coman los nervios, o todo lo contrario. A mí me gusta que haya mucha gente, mucho ambiente, mucho ruido, ver el marcador gigante. Es un partido en el que te estás jugando una clasificación o unas medallas, pero el hecho de que haya tanto público a mí me impulsa más.
JUP: ¿Qué difusión tiene tu deporte a lo largo del año?
D.R: El año pasado una productora intentó hacer un programa para seguir nuestra liga, pero el proyecto no funcionó. En España tanto el seguimiento radiofónico como televisivo son nulos. Creo que esto se debe a que nuestra liga no está bien elaborada para venderla como producto. Sería más atractiva una competición estilo Copa del Rey en la que cada equipo se lo juegue todo en cada partido.
J.L.G: La difusión del fútbol de ciegos fuera de las paralimpiadas es muy escasa y aún queda mucho camino por andar. Por eso, debemos aprovechar el tirón mediático que hemos tenido. La gente comienza a reconocernos. Incluso a nivel personal lo he notado, parece una tontería pero en las redes sociales, el número de seguidores en Twitter o Facebook se ha multiplicado.
JUP: ¿En que tienen que mejorar los medios en materia de discapacidad?
D.R: El problema que veo yo respecto a otros países es la normalización. Aquí, lo primero que te preguntan es cuándo tuviste el accidente o qué te pasó. Va implícito que si voy en silla de ruedas es porque me ha pasado algo. e igual que todo el mundo, hay cosas que puedo, y otras que no puedo hacer. Tú vas por la calle en Madrid y la gente te mira. Tú vas por la calle en Londres y la gente no te mira en absoluto. Esa es la mayor diferencia y para mí es un error de concepto sobre la discapacidad.
J.L.G: Creo que estas paralimpiadas van a marcar un antes y un después en materia de difusión del deporte para personas con discapacidad. La gente las ha seguido mucho. Quiero pensar que se empezará a trabajar un poco más en dar a conocer nuestras competiciones, tanto dentro de nuestras instituciones como fuera de ellas.
PERCEPCIÓN SOCIAL
JUP: ¿Crees que se te ve como a cualquier jugador de la Selección Española que no tenga una discapacidad?
J.L.G: No. Por su puesto que no. Los miembros de la Selección absoluta tienen una repercusión mediática incomparable. De todos modos, dejando esto al margen, pienso que se nos ve con mucha admiración. Nos dicen que tenemos mucho mérito.
D.R: Yo soy un deportista, no tengo ni más mérito ni menos. Sólo tengo el de haberme preparado físicamente para estar a la altura de jugar en la Selección Española, pero no tengo ninguno más. Si tú tienes un revés en la vida, lo único que tienes que hacer es simplemente solucionarlo.
JUP: ¿Qué les dirías a aquellas personas que sienten pena o lástima de una persona con discapacidad?
D.R: El Ministro de Economía alemán, que viene a ser el que manda en Europa (entre risas), está en una silla de ruedas. Lo peor que le puedes hacer a una persona es transmitirle que la estás viendo con un sentimiento de pena. Esto es lo único que no quiero provocar. Cualquier otro sentimiento sí, pero ¿pena?
J.L.G: Las personas que dicen eso es porque tal vez no conozcan a nadie con discapacidad y para ellos somos los “pobrecitos”. A muchos de nosotros no nos gusta ese pensamiento de lástima pero tampoco es criticable. Me gusta pensar que mucha gente que tiene ese sentimiento, al ver las Paralimpiadas habrá cambiado sus conceptos.
JUP: ¿Crees que se puede hacer algo más a nivel social para que no se tenga esa percepción y alcanzar la normalización?
D.R: Para cambiar esto, cuando un chico tiene un accidente y se queda parapléjico, en lugar de darle una pensión, fórmale y dale un trabajo, Mire señor, yo tengo unos estudios, yo lo que quiero es trabajar de lo mío o un empleo, pero no quedarme en mi casa. Si a un joven le das una ayuda como esa, mermas su iniciativa, y más viendo cómo están las cosas ahora.
J.L.G: En la medida de nuestras posibilidades, tenemos que demostrar que somos iguales que aquellos que no tienen una discapacidad. Es cuestión de que hagamos cada uno nuestra vida con normalidad. Con eso ya demostramos a nuestro entorno que si hay diferencias, es porque hay personas que no quieren dejar de verlas.
JUP. Después de estos años practicando deporte, ¿Con qué te quedas?
D.R: Con la vuelta que di en Londres en la ceremonia de apertura y sobre todo con el equipo, con la forma en que lo vivimos y lo disfrutamos todos juntos.
J.L.G: Con el 8 de septiembre de 2012, el día en que recibí la medalla en Londres. En ese momento me vino a la cabeza todo el sacrificio realizado y el apoyo de mi entorno más cercano: Familia, amigos, etc.
(SERVIMEDIA)
03 Dic 2012
CDL/gja