Salud
28 organizaciones europeas piden a la UE que restrinja la presencia de sustancias tóxicas en pañales infantiles desechables
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Un total de 28 organizaciones europeas de salud ambiental enviaron este miércoles una carta abierta a la Comisión Europea instándola a adoptar medidas restrictivas en toda la UE sobre la presencia de una serie de sustancias tóxicas en pañales de bebé de un solo uso, en cumplimiento del Reglamento Reach sobre sustancias químicas.
Las organizaciones firmantes de la misiva, entre las que se encuentra la española ‘Hogar sin tóxicos’, recuerdan a la Comisión que está obligada a “tener en cuenta la vulnerabilidad particular de los recién nacidos y niños pequeños que esta importante restricción pretende proteger”.
La carta, dirigida específicamente a la Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, busca dar apoyo a una iniciativa de la Agencia francesa para la Seguridad y Salud Alimentaria, Medioambiental y Ocupacional (Anses), que en 2020 presentó una propuesta fundada para restringir en toda la UE un grupo de sustancias extremadamente peligrosas en estos productos, con el objetivo de reducir los riesgos para la salud en bebés y niños menores de tres años.
Anses aportó pruebas de que muchos pañales pueden contener numerosas sustancias tóxicas entre ellas algunas con serios perfiles de peligrosidad, tales como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), policlorodibenzo-p-dioxinas (dioxinas o PCDD), policlorodibenzofuranos (furanos o PCDF), policlorobifenilos (PCB) y/o formaldehído, para las cuales pide una restricción muy exigente de su presencia.
Tal y como recogió Anses en su informe, un niño puede necesitar unos 4.000 pañales en sus primeros años. Por lo tanto, la posible presencia de sustancias tóxicas en estos productos podría llevar a que millones de niños europeos se expusieran a ellas durante varios años de forma ininterrumpida. El informe francés describe que la exposición a largo plazo a estos químicos está asociada con cáncer, daño al sistema reproductivo y efectos hepáticos, inmunológicos, neurológicos, metabólicos y endocrinos, que a veces pueden manifestarse más adelante en la vida. Por otro lado, el informe apunta que no se puede descartar la posibilidad de una exposición acumulativa a través de varias vías que aumente los riesgos.
El director de ‘Hogar sin tóxicos’, Carlos de Prada, subrayó que “los niños son un eje prioritario de atención en relación a los posibles efectos de las sustancias tóxicas, ya que tienen una mayor vulnerabilidad que los adultos por una serie de razones concretas como estar en desarrollo, tener una piel más permeable y sensible o la inmadurez de sus sistemas de eliminación de tóxicos. Por ello es esencial reducir en la medida de lo posible su exposición a una serie de sustancias preocupantes, como las que puedan entrar en contacto con su piel”.
De Prada aseguró que están preocupados acerca de cuál pueda ser la decisión de la Comisión Europea, en vista de “la pésima postura mostrada” por la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), que se “ha venido oponiendo repetidamente” a la propuesta francesa, “restando importancia” a los riesgos”.
Según se denuncia en la carta dirigida a la Comisión, los Comités de Evaluación de Riesgos de la ECHA conceden “un peso excesivo a las afirmaciones de la propia industria a pesar de no basarse en adecuados estudios epidemiológicos y sobre la transferencia y absorción de los tóxicos a través de la piel de los bebés”, mientras apenas se prestaba atención a los potentes datos científicos del informe francés. En la carta también se llama la atención sobre la “flagrante contradicción” de la ECHA que, por un lado, reconoce que la presencia de las sustancias tóxicas en los pañales puede representar un riesgo y admite que lo mejor sería reducir o eliminar su presencia, pero por otro lado decide no apoyar la propuesta francesa, “alegando la existencia de algunas incertidumbres”.
Las entidades que suscriben la carta afirmaron que “las incertidumbres existentes no deben utilizarse para desacreditar la restricción, sino más bien para apoyarla en el objetivo de una mayor protección de la salud”, especialmente cuando se está hablando de un grupo de población especialmente vulnerable.
Se discuten también en la carta abierta los argumentos de la industria considerados por la ECHA acerca de que la presencia de algunos tóxicos (como las dioxinas, entre otros) no se deba a los procesos de producción como el blanqueo de la pulpa sino a una pretendida “contaminación de fondo inevitable”. Por ejemplo, aunque muchos productores europeos de pulpa de celulosa han mejorado sus procesos, una parte importante de la que se utiliza en Europa para fabricar pañales, tampones, toallas higiénicas y otros artículos procede de Estados Unidos, donde no se cuida tanto la cuestión.
Por último, las organizaciones firmantes recordaron a la Comisión Europea que la Estrategia de la UE sobre productos químicos para la sostenibilidad marca que se deben fabricar productos libres de sustancias químicas nocivas.
(SERVIMEDIA)
26 Ene 2022
STH/clc