La moción, propuesta por el PP y aprobada por la Cámara Alta con algunas modificaciones, hace una serie de recomendaciones al Ejecutivo entre las que figura el establecimiento de una ayuda psicológica a los recién diagnosticados de intolerancia al gluten para que la noticia no les suponga una merma en su calidad de vida.

El texto pide también al Gobierno que elabore conjuntamente con las comunidades autónomas un Plan de Inspección anual que garantice el correcto etiquetado de los alimentos sin gluten, así como que publique periódicamente un listado de comestibles permitidos para celíacos.

La moción propone igualmente la inclusión de productos básicos sin gluten (pan, harina, pasta y galletas) como subvencionables, tanto por parte de las comunidades autónomas, como por el Estado, "para proteger la salud de los celíacos".

El senador del Grupo Popular Sebastián Pérez subrayó en la defensa de la moción el esfuerzo económico que tiene que hacer una familia con uno o varios miembros celíacos "porque los productos básicos que no tienen gluten son mucho más caros que los normales".

La cesta semanal de la compra de estas familias se incrementa de media 29 euros más, lo que supone unos 1600 euros anuales, explicó el senador popular.

Por último, Pérez se refirió a los celíacos que no están diagnosticados, hasta un 75%, según dijo, y pidió por ello que se implante urgentemente el Protocolo de Diagnóstico Precoz entre los especialistas y, especialmente, entre los médicos de atención primaria.