Según declaró a Servimedia Juana Caneiro, la chica con discapacidad intelectual que leyó el manifiesto de la concentración de Madrid, el objetivo de las movilizaciones es que los gobiernos "cumplan con las leyes para la gente con discapacidad", que siente que se la está dejando a un lado y que echa de menos "tener un trabajo digno y una independencia".

La convocatoria de las protestas, que tuvieron lugar en 22 municipios de 13 comunidades autónomas, partió de la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps), por entender que el tijeretazo de las administraciones públicas está acabando con muchos años de trabajo a favor de la inclusión social de este colectivo.

Su objetivo es, según indicó el presidente de Feaps, Juan Cid, impedir "que se esfumen los derechos de las 400.000 personas con discapacidad intelectual o de desarrollo y los de sus familias, que tanto tiempo y esfuerzo ha costado y está costando conquistar en este país".

Entre pitos y gritos de "sin apoyos no hay derechos", "más dignidad para la discapacidad" o "aquí estamos, nosotros aportamos", el millar de personas que según los organizadores se concentró en Madrid exigió "justicia" e "inclusión" para un colectivo abocado a desaparecer de la sociedad.

Precisamente por esa temida desaparición, los manifestantes portaban globos negros en señal de luto, además de pancartas con mensajes como "no somos números, somos personas", "educación para la inclusión" o "recortes no, derechos sí".

DECÁLOGO DE 'NOES'

Como en el resto de las ciudades, la protesta de la capital de España contó con la lectura de dos textos: un decálogo de 'noes' y el 'Manifiesto por la Plena Ciudadanía de las Personas con Discapacidad Intelectual', redactado este año por más de mil ciudadanos con este tipo de discapacidad de toda España.

El primer documento, leído en Madrid por el presidente de Feaps en esta comunidad, Mariano Casado, dice: "No más recortes y reformas que supongan una vulneración y merma de los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo recogidos en la Convención de Derechos de Naciones Unidas y en la legislación española".

Grita, igualmente, "no al estrangulamiento de la viabilidad de los servicios y programas" que trabajan para mejorar la calidad de vida de este colectivo. También expresa su "no" rotundo a las listas de espera y a los "retrocesos" del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, además de al "vaciamiento" de los servicios sociales por las prestaciones de dependencia.

En la misma línea, el manifiesto señala que Feaps se niega a aceptar una educación menos inclusiva y de menor calidad, la destrucción del empleo, la reducción de la atención temprana, el retroceso al asistencialismo y a ver a la persona "como si fuera un número o una plaza", además de al sobrecargo a las familias de los ciudadanos con discapacidad intelectual o del desarrollo.

DISCRIMINACIONES

Por su parte, el texto redactado por las más de mil personas con discapacidad intelectual y leído en la capital de España por dos de ellas, Juana Caneiro y Mario García, exige que los gobiernos les consideren ciudadanos y como tal les dejen participar en la vida de sus pueblos y ciudades.

"Nuestros derechos están recogidos en la Constitución española de 1978", que es la misma para todos los españoles, tengan o no discapacidad, y también en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, prosigue el manifiesto, que asegura que, pese a esto, los ciudadanos con discapacidad intelectual sufren discriminaciones "todos los días".

"Sentimos que no nos tratan con respeto y nos discriminan (...), porque nos preparamos muy bien en centros ocupacionales y luego no tenemos oportunidades de conseguir trabajo", señala el manifiesto, que tiene como hilo conductor de sus reivindicaciones el lema "En los derechos, ni un paso atrás".

La concentración, que contó con representantes del Cermi, la Plataforma del Tercer Sector y la de ONG de Acción Social, finalizó con una suelta de globos negros al grito unánime de "en los derechos, ni un paso atrás", y con el emplazamiento a los asistentes a secundar la marcha convocada por la plataforma representativa de la discapacidad en España para el próximo 2 de diciembre.