La espina bífida es una grave malformación congénita, que se incluye dentro del espectro de los defectos del tubo neural. El tubo neural es un canal estrecho que se pliega y cierra entre la tercera y cuarta semana del embarazo para formar el cerebro y la médula espinal.

La espina bífida se produce cuando la parte del tubo neural que forma la médula espinal no se cierra completamente entre el 23 y 26 día de embarazo.

La causa es desconocida, pero hay acuerdo en que esta malformación se debe a la combinación de factores genéticos y ambientales. Entre éstos últimos destaca la falta de ácido fólico antes de la concepción.

Si todas las mujeres en edad fértil consumieran 0,4 miligramos de ácido fólico al menos tres meses antes de quedar embarazadas y durante el primer trimestre del embarazo, podrían reducir hasta en un 70 por ciento la probabilidad de que su hijo naciera con espina bífida.

Prevenir esta enfermedad es uno de los objetivos de la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (Febhi) que nació en 1980.