Por su parte, la gerencia del hospital ha respondido abriendo un expediente disciplinario al autor de la denuncia y marginando, según afirma el cardiólogo, su actividad profesional y científica.

Benito mantiene que el hospital está derivando casos de niños con arritmias cardiacas graves a pediatras-pericultores, es decir, a personal no cualificado y sin la formación necesaria para el estudio y el tratamiento de estas patologías.

Por ello, el cardiólogo ha presentado en el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid una querella criminal por acoso, trato vejatorio y lesiones, que ha sido admitida a trámite, contra el gerente del Hospital La Paz, Rafael Álvarez Santamarina; el sub-gerente, Javier Cobas; y el jefe del Servicio de Cardiología Pediátrica, Federico Gutiérrez-Larraya.

“Los pacientes no tienen garantías, ya que son tratados por personal no cualificado y ante el silencio de la gerencia del hospital me he visto obligado a acudir a los tribunales”, aseguró el denunciante.

Fernando Benito manifestó que el hospital está infringiendo la Ley de Consentimiento Informado y de Libre Elección de Médico al no comunicar a los padres los riesgos que implica la práctica de estos procedimientos por un médico no especializado.

Asimismo, asegura que “este comportamiento ya ha provocado lesiones cardiacas graves a algunos pacientes sometidos a procedimientos de ablación con catéter”.