En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría explicó que el Gobierno va a trabajar para lograr que las previsiones no sean tan pesimistas y para mejorarlas.

Tras recordar que Bruselas preveía en mayo una caída del 0,3%, la vicepresidenta señaló que “esta variación en pocos meses nos obliga a todos a ser bastante prudentes con lo definitivo que tienen las previsiones de esta naturaleza”.

A este respecto, añadió que dichas previsiones se enmarcan en un contexto mundial difícil y en el ámbito de una zona euro en recesión. “Indudablemente nos preocupa la situación mundial, porque no es lo mismo cumplir los objetivos cuando todo va bien que cuando todo va regular tirando a mal”, prosiguió.

“No por eso este Gobierno tiene que dejar de hacer lo que tiene que hacer”, apostilló Sáenz de Santamaría, quien destacó que el Gobierno “va a poner soluciones y a adoptar medidas” y sigue comprometido con el objetivo del déficit.

Dichas medidas, detalló, son las reformas que persiguen el ahorro en el gasto y la mejora en la eficiencia de los ingresos, así como las reformas estructurales que permitan cambiar el sistema.