Cataluña. Navarro asegura que el PSC y el PSOE “nos pondremos de acuerdo” sobre el reconocimiento del derecho a decidir
- Defiende la “sensatez” de los socialistas frente al comportamiento “irresponsable” propio de “matones” de Rajoy y Mas
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El primer secretario del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Pere Navarro, aseguró hoy en el Fórum Europa, sentado junto al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ambos partidos “nos pondremos de acuerdo” sobre el reconocimiento del derecho de Cataluña a decidir su futuro.
Ese reconocimiento, que no comparte la dirección del PSOE, es uno de los objetivos incluidos por el PSC en su programa para las elecciones autonómicas del próximo 25 de noviembre, y a ello se refirió Navarro durante su intervención en el citado foro de debate, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum.
“Tenemos espíritu de diálogo y de acuerdo y vamos a hablar mucho con los compañeros del PSOE”, decía Navarro sentado junto a Rubalcaba, que había presentado su intervención. “Nos pondremos de acuerdo en esto y en otras muchas cuestiones”, aseguró.
Evitó los temas “internos” con el argumento de que su preocupación es Cataluña, y aseguró que en esa prioridad se siente “arropado por mi partido” y los socialistas catalanes “compartimos ese proyecto político y social con los compañeros del PSOE”, una afirmación que suscitó aplausos de los dirigentes y diputados socialistas presentes.
Incluso en las relaciones parlamentarias, en las que se negocia un protocolo para el Grupo Parlamentario en el Congreso, se mostró claro: “No veo que PSC y PSOE estén separados ni vayan a separarse”, porque desde que hace treinta años se alcanzó “la unidad socialista” en Cataluña, el PSC es el que representa esas ideas en Cataluña, y son las de “la inmensa mayoría del pueblo de Cataluña”.
ESFUERZO TITÁNICO
Navarro reconoció que los socialistas están haciendo “un esfuerzo titánico que resulta a veces agotador” para defender sus posiciones en un escenario muy polarizado en el que cualquier “disonancia, por pequeña que sea”, no se aprecia como parte de un debate constructivo, sino que “se exagera” como supuesta “constatación de división interna”.
Denunció, en ese sentido, que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anuncie un camino a la independencia “sin llamarla una sola vez por su nombre” y sin explicar cómo piensa conseguirla, y que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, permita que se evoque “vagamente” a la Guardia Civil y a las Fuerzas Armadas, mientras a los únicos que plantean una alternativa “sensata” se les cuelga “el sambenito de la indefinición”.
La posición de los socialistas es clara, aseguró: una apuesta por una España federal. “Que Cataluña siga siendo parte de España y, por supuesto, de Europa”, y para ello reclaman una reforma “profunda” de la Constitución, no para recentralizar, sino para avanzar en el autogobierno. “Tiempo habrá”, añadió, “para hablar de cómo esa reforma recoge el derecho de los catalanes a expresarse sobre su futuro”.
FRACASO DE MAS
Navarro denunció que la “brusquedad” de Mas al abanderar la independencia se debe a los “tres fracasos” en los que han quedado sus tres principales promesas electorales: el primero de ellos la reactivación económica y la reducción del paro, en lo que esperaba, según el dirigente del PSC, un efecto “inmediato, mágico y milagroso” tras su victoria, igual que Mariano Rajoy, pero en Cataluña han desaparecido 150.000 empresas y cada día 837 personas pierden su empleo.
La segunda promesa era la firma de un pacto fiscal, pero después de ver a Rajoy volvió “con las manos vacías”; y la tercera era dar prioridad a las políticas sociales, y hoy en Cataluña “sale más caro” enviar a un niño al colegio con la comida, “que para un rico heredar un yate”, el tiempo de espera para un quirófano ha crecido el 42%, hay 20.000 alumnos más y 1.800 profesores menos, no se paga las facturas a las farmacias, y las tasas universitarias son un 66% más caras.
Ante esa gestión, explicó Navarro, Mas optó por “huir hacia delante”, expandir una “cortuna de humo, despistar” y centrar el debate en “la situación de Cataluña, porque de la situación de los catalanes, mejor no hablar”.
De forma “abrupta e irresponsable”, sentenció Pere Navarro, Artur Mas “se presenta como un mesías” y ofrece a los catalanes “un viaje con rumbo a la tierra prometida de la independencia” como si esa fuera la solución a todos los problemas, a pesar de que “nadie, tampoco él, sabe dónde ni cómo termina”.
Para exponer con cierta ironía la falta de concreción de Mas, Navarro formuló preguntas que el presidente de la Generalitat debería contestar, cómo dónde pondría las fronteras, si “invitaría” a Baleares y a la Comunidad Valenciana, si mantendría el euro o volvería a la peseta, si sería república o monarquía y, en ese caso, en quién piensa como monarca, y si Cataluña sería socio de la OTAN aunque sin ejército, “porque el ejército ya lo pondría España”. “Parece más bien una broma macabra”, sentenció.
Esa falta de concreción solo tiene, para el PSC, un nombre posible, “frivolidad” o incluso “irresponsabilidad”, y a ello el PP responde “con más insensatez”, hablando de “españolizar” a los catalanes y alimentando “una escalada verbal para demostrar quién tiene la bandera más grande y quién se envuelve mejor en ella”, acrecentando la tensión “entre hermanos”.
"COMO VULGARES MATONES"
Denunció que ambos, CiU y PP, Artur Mas y Mariano Rajoy, son “cómplices” en Cataluña y en el resto de España para recortar prestaciones que están “asfixiando” a sectores enteros de población, mientras en el debate territorial se colocan “en los extremos del nacionalismo, amenazándose mutuamente, como vulgares matones compitiendo en patrioterismo”.
Hace semanas podría parecer una mera estrategia electoral salpicada de “fanfarronería”, pero ya se ha demostrado como “altamente peligroso”, porque ese “lenguaje bélico” que utilizan o al menos toleran se está trasladando a un “conflicto social” en Cataluña.
Navarro reconoció el riesgo de parecer “ingenuo” y llevarse “los golpes de los dos lados”, y de que los socialistas queden “difuminados en los matices del gris” en medio de una confrontación “en blanco y negro”.
Es consciente de ello, aseguró, y con esa premisa por delante proclamó que como presidente de la Generalitat se “encerraría” con el jefe del Ejecutivo hasta acordar los términos de la convivencia, para parar “esta chulería que nos avergüenza, que nos pone en ridículo ante el mundo” y que no representa a la mayoría de catalanes quiere convivir en España.
Con esa actitud “violenta y lamentable”, aseguró Pere Navarro, “sería bueno que sufrieran en las urnas las consecuencias de sus actos y sus amenazas” y los votos reafirmaran la vía “sensata, realista y realmente ambiciosa” que defiende el PSC, la fórmula federal, la adoptada por los estados “más prósperos”, como Estados Unidos, Canadá o Alemania.
FEDERALISMO ASIMÉTRICO
Definió ese federalismo como una especie de “comunidad de vecinos” con espacios comunes pero donde cada cual “hace lo que quiera de puertas adentro”, porque se respeta la diversidad y el derecho a la “asimetría”. Eso sería posible modificando la Constitución, que ha prestado un gran servicio pero cuyo modelo está “en parte agotado”.
Los socialistas catalanes, que respaldaron mayoritariamente la Constitución, aseguró, están “legitimados como nadie” para reclamar esa revisión de forma que “queden claras” las competencias, se haga del Senado una cámara con representación y capacidad legislativa de los territorios, y las “naciones que integran España” puedan ser reconocidas como tales y se denominen “como deseen”.
“Defendemos el dereho de pueblo catalán a ser consultado sobre su propio futuro en el momento en que se den las condiciones que tendremos que acordar entre todos”, aseguró, de forma pacífica y como resultado de un “pacto entre dos gobiernos”.
Con el ejemplo de Quebec y de Escocia, prosiguió, tendría que ser “vinculante”, con unas condiciones “nítidas” expuestas “sin subterfugios ni cartas marcadas”. Si se preguntara a los catalanes sobre la pertenencia a España, aseguró, los socialistas “daríamos un rotundo sí”, y si se preguntara por la independencia, la respuesta sería “un rotundo no”.
"CATALANES AL CIEN POR CIEN"
“Nos sentimos catalanes al cien por cien”, aseguró, y no tolerarán “que nadie nos de certificados de catalanidad”, pero tampoco que les hagan pasar por un “examen de españolidad”, porque ambas identidades “conviven bien” en el PSC.
Para responder a la “asfixia” económica que CiU y PP están imponiendo, los socialistas catalanes aseguran que no harían más recortes en los pilares fundamentales del Estado del bienestar, es decir, en sanidad, educación y dependencia. Gravarían con el 60% del IRPF a las rentas superiores al millón de euros, recuperarían el Impuesto de Sucesiones y reformarían el de Patrimonio para pedir un mayor esfuerzo a quienes más tienen.
Apostarían también por una “radical e inflexible” lucha contra el fraude y la corrupción, eliminaría el pago de un euro por receta, incrementarían la plantilla de profesores y dotarín con mil millones de euros en cuatro años un fondo para la eficiencia energética.
Donde Mas se presenta como “un mesías”, concluyó, Navarro sólo ve “un gobernante en fuga que no avanza, solo huye”, un político “temerario, agresivo y cerrado”, y sus promesas le recuerdan a “falsedades, engaños e imposturas”.
Por ello, entre la papeleta “independentista” de CiU y la “reaccionaria y autoritaria” del PP, el PSC recordará a los catalanes que hay otra, “la del federalismo, la convivencia y la sensatez”.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 2012
CLC/caa