Santiago Fontenla, presidente de esta asociación, se refirió a que, a pesar del compromiso del Ministerio del Interior, “lamentablemente, a día de hoy, todo parece indicar que los escoltas quedarán en la cuneta y muy pocos serán los que cubran estos trabajos” en las prisiones.

Según Fontenla, esto es así porque "todo ha quedado en manos de las empresas (de seguridad), que serán las que de forma arbitraria cubran esos trabajos en prisiones, dejando en la cuneta a miles de escoltas que trabajaron durante muchos años en el País Vasco y Navarra".

"Se nos prometió”, asegura este representante de los escoltas, “que seríamos los primeros en cubrir esos puestos de trabajo, entre otras cosas por nuestra profesionalidad y la palpable demostración de nuestra capacidad de servicio demostrada en Euskadi y Navarra en los peores tiempos del terrorismo. Pero mucho nos tememos que los escoltas vamos a ser otra vez víctimas de cambalaches y acuerdos entre empresas, Administración y sindicatos".

Por este motivo, estos escoltas vascos y navarros anunciaron “una nueva rueda de contactos para ‘recordar’ lo prometido a las instituciones e intentar reconducir su situación laboral”.

En este sentido, Fontenla dijo que, después de los “gravísimos recortes de servicios de protección en el País Vasco y Navarra”, esperan “que se cumpla con lo prometido y sean recolocados en los servicios de vigilancia de las prisiones”.