En un comunicado, Unrwa mostró su preocupación ante el rápido empeoramiento de la situación en este país, donde el número de muertos, heridos y desplazados no para de crecer.

Según datos a 10 de agosto, de los 400.000 refugiados palestinos que viven en Siria, unos 225.000 ya sufren de forma directa las consecuencias del conflicto.

Unrua alertó sobre el “especial peligro” que corren dichas personas, y pidió a todas las partes implicadas garantizar protección a todos los civiles que habitan en Siria, con independencia de su origen.

Asimismo, expresó su preocupación por la seguridad de sus trabajadores, que en el sur del país ya han dejado de actuar ante las dificultades para llegar a los barrios afectados por la guerra.

En su nota, esta agencia pidió a la Comunidad Internacional dinero y víveres (esta es la única ayuda que distribuye Unrwa directamente), aunque también indicó la necesidad de colchones, mantas y utensilios de cocina.

Por este motivo, el Comité de Unrwa en España ha habilitado un número de cuenta especial, en el que invita a toda la ciudadanía a que deposite sus donativos para ayudar a uno de los colectivos más vulnerables ante la guerra.