Aborto. Rouco insiste en la misa de la Almudena en que “ninguna instancia puede negar el derecho a la vida”
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presidió hoy en la Plaza Mayor de la Madrid la solemne Eucaristía en honor a la Patrona de la capital, la Virgen de la Almudena, que aprovechó para ensalzar “la dignidad inviolable de todo ser humano” y recordar que “ninguna instancia de este mundo puede negar o limitar su derecho a la vida”.
La misa comenzó a las 11.00 horas y contó con la asistencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, encargado de renovar el Voto de la Villa.
En su homilía, Rouco recordó la “actualidad” de la Virgen de la Almudena para Madrid, que “lleva a los madrileños a reconocer a su Hijo como único posible salvador, con la “consecuencia ética de que a todo hombre, por muy insignificante, minúsculo, enfermo, débil, avejentado que esté, se le debe un respeto personal y social sin condiciones”. “Nadie puede disponer de él como de un objeto”, insistió.
“La Virgen de La Almudena ha mantenido y mantiene a los madrileños en el camino de la verdad de Dios y, así, en el camino de la verdad del hombre. De hecho, para los cristianos madrileños, estuvo siempre claro: todo ser humano, desde el momento de su concepción hasta su muerte, es sujeto de una dignidad inviolable, ¡trascendente! como persona llamada a compartir por adopción la filiación divina”, prosiguió Rouco Varela.
El cardenal arzobispo de Madrid hizo hincapié en que “ninguna instancia de este mundo puede negar o limitar su derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad para vivir en consonancia con su vocación de hijo de Dios”, y afirmó que “dar la vida y no quitarla es el primer principio de toda solidaridad humana, que obliga a todos: a los matrimonios, a las madres gestantes, a las familias, a toda la sociedad y al Estado”.
EL PARO Y LA CRISIS
Aludió también a la crisis económica, que “llena de angustia a muchos madrileños, nativos e inmigrantes”, y al problema del paro, que “condiciona y agrava en no pocas ocasiones las crisis matrimoniales, ya existentes y persistentes por otras causas más profundas”.
A este respecto, criticó que lo que se “ofrece” a los jóvenes “para enfocar y conformar sus vidas, a través de una alianza de poderosos medios sociales, mediáticos, culturales y jurídicos, es un programa materialista de vida personal, de relación social y de proyectos de futuro, marcados por lo que el Siervo de Dios Juan Pablo II no dudó nunca en llamar la cultura de la muerte”.
Rouco Varela concluyó su homilía pidiendo a la Virgen de la Almudena que interceda ante su Hijo “para que la vida de Madrid y de los madrileños se renueve en su Amor”.
(SERVIMEDIA)
09 Nov 2009
LLM/lmb