Así lo han acordado el Ministerio del Interior y el departamento vasco de Interior, en un acuerdo que fue ratificado este jueves en Madrid en la Junta de Seguridad. En este órgano están representadas las Administraciones central y vasca.

A la reunión de esta junta asistieron el secretario de Estado, Ignacio Ulloa, y el consejero de Interior, Rodolfo Ares. Tanto Ulloa como Ares expresaron su “satisfacción” por el buen resultado de las conversaciones para sellar un compromiso “satisfactorio para todos” respecto a la seguridad de la Vuelta Ciclista.

El acuerdo alcanzado establece que en las dos etapas de la Vuelta que pasan por el País Vasco, que se celebrarán los días 20 y 21 de agosto, Guardia Civil y Ertzaintza coordinarán sus labores para que la seguridad de la prueba esté garantizada. El mando y la dirección operativa del dispositivo serán ejercidos por la Ertzaintza hasta que la carrera abandone las carreteras vascas.

El vehículo de mando será de la policía autonómica vasca y en él irá un miembro de la Guardia Civil. La cooperación entre ambos cuerpos se realizará a través de los representantes uniformados en el Centro de Coordinación que se instalará en la comisaría de Erandio.

En la etapa Oion-Arrate, el acompañamiento a la caravana que precede a la Vuelta lo realizará la Ertzaintza. En la apertura de la prueba habrá un vehículo de la Ertzaintza y a continuación uno de la Guardia Civil.

El resto del dispositivo, y hasta el final de la caravana, será cubierto por la Ertzaintza. En la cola de la comitiva se situará primero un vehículo de la Benemérita y finalmente otro de la policía autonómica vasca. En los vehículos de apertura y cierre estarán presentes un agente del otro cuerpo para garantizar una mejor coordinación.