Rajoy hizo estas declaraciones durante el acto de toma de posesión del Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, que juró su cargo en el Palacio de La Moncloa rodeado de altos cargos del Gobierno, familiares y amigos.

El jefe del Ejecutivo aseguró que el país está "embarcado en un proyecto reformista muy difícil y sin precedentes", que ayer le llevó a anunciar en el Congreso de los Diputados nuevos recortes y subidas de impuestos por valor de 65.000 millones de euros.

"Los grandes objetivos de nuetra política económica van de la mano de la consecuención plena de la confianza en nuestras posibilidades y el crédito exterior", dijo.

Rajoy esgrimió que "nuestro éxito va a ir de la mano de nuestra determinación" y confió en que el proyecto de la Marca España ayude a extender por el mundo "unos atributos que son propios de un país solvente y fiable".

"Esa es nuestra gran empresa", apostilló. "La huella de España en el mundo es imborrable. Ahora nos esperan grandes pasos. Dejemos detrás de nosotros grandes huellas".

En su discurso, alabó que las empresas españolas están implantadas en los cinco continentes y cuentan con un gran prestigio internacional "gracias al buen hacer y la credibilidad ganada a pulso" por el sector.

Rajoy se comprometió al frente del Gobierno a "consolidar" esa credibilidad de las empresas españolas "en sus más altas cotas", convencido de que "sólo cabe progresar cuando se piensa en grande y sólo es posible avanzar cuando se mira lejos", como dijo Ortega y Gasset.

MARCA ESPAÑA

El presidente describió la Marca España como un "gran proyecto común que tiene el alcance de una política de Estado por su propia naturaleza, porque no hay consenso mayor que dar a España la proyeccón global que se merece por sus logros a lo largo de la historia y su ambición de futuro".

Aseveró que este proyecto debe ser un "componente fundamental" de la acción exterior, por lo que hizo un llamamiento para "sumar fuerzas y talentos y coordinar energías para poner en valor la imagen que como país de éxito atesora en el mundo".

A su juicio, las fortalezas históricas y presentes de España "constituyen un tesoro de incalculable valor en nuestra presencia y visibilidad en el mundo".

Rajoy recordó como principal seña de identidad que España comparte lengua y cultura con casi 500 millones de personas en Iberoamérica, pero subrayó que tiene otras potencialidades que aprovechar como la innovación, el emprendimiento, el patrimonio histórico y natural, y la cultura democrática.

Estas características, adujo, deberían "unir a todos" los españoles en este proyecto en defensa de la imagen del país "más allá de divisorias ideológicas".

SOLIDEZ DE ECONOMÍA E INSTITUCIONES

Rajoy ensalzó la modernidad de España propia del siglo XXI y confió en que este proyecto sea capaz de trasladar la imagen de "un país plural, emprendedor, multifacético, tecnológicamente avanzado, líder en turismo, dinamismo empresarial gastronomía y éxitos deportivos".

Su deseo, añadió, es que esta imagen de España sea "identificable a través de la solidez de las instituciones y de su economía" a pesar de la actual situación de crisis.

A todas estas virtudes, Rajoy sumó la de "una sociedad abierta, activa, acogedora y tolerante" que, junto a todas las anteriores, convierte a España en una "marca atractiva" en todo el mundo y perfectamente reconocible.

Por su parte, el Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, dijo sentirse "honrado y orgulloso" de asumir el cargo, al que llega "con la ilusión de espíritu joven" pero con la conciencia de que "no es trabajo fácil".

Espinosa advirtió de que todos los estudios ponen de manifiesto que "la reputación de España se ha deteriorado en los últimos años" y confió en invertir la tendencia para que "recupere la ilusión y piense que es un gran país que puede ofrecer al mundo muchas cosas que son desconocidas".

En su opinión, la Marca España tiene por delante trabajo en "una doble vertiente": "hacia el interior" para mejorar la imagen que los españoles tienen de su país y de "proyección exterior" para cambiar la percepción de España en el extranjero.