El Eurogrupo alcanzó la pasada madrugada un acuerdo por el que España tendrá a su disposición antes del fin de julio 30.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades más urgentes de sus bancos.

A cambio, las autoridades europeas impondrán claras condiciones a toda la banca del país y vigilará de cerca las decisiones económicas y la ejecución presupuestaria del Gobierno.

En declaraciones realizadas a su llegada a la Junta de Portavoces del Congreso, Díez afirmó estar "esperando a ver la letra grande y la letra pequeña" del acuerdo, porque el Gobierno tiene la costumbre de contar lo tratado en las cumbres comunitarias de una manera que "se parece bastante poco" a los realmente acordado.

UPyD espera, por tanto, que Rajoy explique mañana en su comparecencia ante el pleno del Congreso los detalles de este acuerdo. "Me importa bastante poco que el presidente diga que él toma las decisiones porque le da la gana y no porque nadie se lo imponga", aseguró Díez, pero tiene que explicar con exactitud lo que piensa hacer y porqué.

A su juicio no puede repetirse el "espectáculo" de que un ministro "justifique la subida del IVA por los defraudadores", cuando al mismo tiempo avala una amnistía fiscal "escandalosa desde el punto de vista económico, ético y moral".

Para la diputada es "escandaloso que se suban los impuestos y se hagan recortes" que afectan a los ciudadanos que pagan sus impuestos, y que al tiempo se apruebe una amnistía fiscal que "fomenta el fraude".

"Espero que el Gobierno instaure de un momento a otro el premio al defraudador del año", ironizó Díez. "El Gobierno está favoreciendo que se defraude a lo grande. Si alguien no paga una cuota de la seguridad social lo embargan, pero si uno defrauda suficientes millones, te tratan como un señor y no sólo no tienes que pagar lo que has defraudado, sino que tienes que pagar muchísimo menos que cualquier ciudadano".

Ante la perspectiva de que Rajoy anuncie mañana uno de los mayores recortes de la historia de la democracia, la portavoz de UPyD denuncó que su estilo se parece como "una gota de agua a otra" al de Zapatero, que anunció de improviso una batería de recortes sin dar lugar a debate parlamentario alguno.