El encierro, que duró 2 minutos y 51 segundos, fue bastante rápido hasta la llegada del último de los toros a la plaza, donde se volvió en un par de ocasiones hacia los mozos, hasta que los dobladores consiguieron conducirlo a los corrales.

Las pocas gotas de lluvia que cayeron antes del encierro hicieron peligrosa la carrera, al estar el suelo muy resbaladizo. Las numerosas caídas provocaron muchas contusiones, aunque pocas ellas de importancia. Una de las imágenes más espectaculares la protagonizaron un mozo y el toro que le engancho del cuello de la camiseta o del pañuelo anudado al cuello y le arastró desde la bajada de Telefónica hasta el final del callejón de entrada a la plaza. El corredor, que fue sin duda el protagonista de este primer encierro de las fiestas, se salvó milagrosamente.

Según el balance facilitado por el Gobierno de Navarra, el mozo cogido en la Cuesta de Santo Domingo fue trasladado al antiguo Hospital de Navarra.

Además, otros cuatro mozos fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra para ser atendidos de las contusiones sufridas en Estafeta, en el tramo de Telefónica y en el callejón de la plaza. El estado de ninguno de ellos parece revestir gravedad.