Fuentes populares aseguraron a Servimedia que el candidato del PP a la Junta de Castilla-La Mancha es el máximo responsable de que el partido haya perdido tres escaños en el Parlamento regional y haya permitido que José Bono cuente con una mayoría todavía más cualifcada que la anterior.

Los principales errores que se le atribuyen a Suárez Illana son haber "roto" el partido con numerosos cambios de dirigentes y candidatos, haberse excedido en algunas declaraciones públicas y propuestas, haber descuidado el trato con los militantes en las más de 850 visitas a pueblos y haberse rodeado de un equipo joven e inexperto.

Todo esto habría creado una "desilusión enorme" entre los simpatizantes al comprobar que Suárez Illana pasaba en apenas seis meses de ser un canddato ganador a ser un candidato poco vinculado a la región que llegaba nombrado directamente desde Madrid.

El resultado electoral es peor que el que cosecharon antes que él Agustín Conde y José Manuel Molina. El alcalde de Toledo, presidente regional del PP desde la llegada de Suárez Illana, es visto por un sector del partido como el único líder capaz de recomponer la unidad y devolver la ilusión a las bases.

Molina, que ha repetido mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Toledo, es una de las opcones que empieza a estar ya en boca de los militantes para las elecciones autonómicas de 2007. No obstante, el presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, aconsejó ayer a Suárez Illana que aguante al frente de la oposición durante los cuatro años de legislatura.

Con este ambiente, Suárez Illana afronta mañana en Toledo una reunión del Comité Ejecutivo del PP de Castilla-La Mancha, al que acudirá respaldado por el secretario general de los populares, Javier Arenas.