En su segundo mitin de campaña electoral en la Plaza de Toros de Almería ante aproximadamente cinco mil personas, Aznar lanzó sus críticas contra la "otra forma de ser y otra forma de gobernar" que preclamaban los carteles electorales del Partido Socialista durante la precampaña.

"Ya lo sabemos, hay otra forma de ser honrados, que es ser de otra manera distinta, que la concemos muy bien. Y también es verdad que hay otra forma de gobernar, que es aquella que en vez de producir mil empleos todos los días produce tres mil parados todos los días. Eso también lo conocemos muy bien", dijo.

También definió al PSOE como el partido del "no a todo" por su rechazo a reformas legislativas como el incremento de penas para los delincuentes, la oposición al Plan Hidrológico Nacional, las protestas contra la reforma educativa y las pegas a la reducción de impuesto sobre la renta.

Equiparó las ofertas de la oposición a una vuelta atrás en el tiempo y advirtió de los "riesgos" que corre España en caso de confiar el gobierno de trece comunidades y de más de 8.100 municipios a la "coalición Zapatero-Llamazares".

Aznar volvió a reprochar a PSOE e IU su presencia en las manifestaciones contra la guerra y contra el accidente del "Prestige" con el argumento de que "es mucho más fácil enrollarse en una pancarta que hacer propuestas y gobernar". "La coalición de Zapatero y Llamazares -aostilló señalando a la sien-, de aquí, poco".

"LOS TENGO BIEN PUESTOS"

Minutos antes, un espontáneo había gritado desde la grada: "Olé tus pantalones". Aznar respondió de inmediato: "Los tengo bien puestos". El auditorio al completo aclamó al líder de los populares mientras añadía que la oposición no puede acabar "con ellos" a pesar de los intentos de los últimos meses. "Se metieron conmigo porque dije que estaban en pelota detrás de la pancarta", agregó como comparación.

El presidente del Gobirno enumeró los logros económicos de su gestión y acusó al líder del PSOE de querer cargarse "los deberes hechos de España" con la supresión de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Según dijo, eso sólo conllevaría detener la marcha de la economía y situar al país al mismo nivel que Francia y Alemania "en lo malo".

Aznar centró buena parte de su discurso en dos asuntos: inmigración y agua. En su visita a Almería, defendió la expulsión automática de los extranjeros que delincan en España y prometió terinar las obras del Plan Hidrológico Nacional a los agricultores de esta región.

Aseguró que la provincia es "próspera" o, de lo contrario, no vendrían inmigrantes en busca de una oportunidad. Sólo llegaría gente para "rodar películas del oeste", como antaño, cuando Almería había quedado reducido a un "desierto".