En un manifiesto conjunto con motivo del Día Internacional del Refugiado, que se celebra hoy, las seis ONG señalaron que la aprobación de la normativa pendiente ayudaría a solucionar “situaciones tan importantes como las reunificaciones familiares o las solicitudes de protección internacional en puestos diplomáticos”.

Según estas organizaciones, España tiene “una buena legislación de asilo, que prevé la aprobación de una cuota anual de refugiados que pueden llegar bajo programas de reasentamientos dirigidos a personas en necesidad de protección en terceros países”.

Esta ley protege a “personas que sufren persecución por razones de género, y presta especial atención a grupos vulnerables como los menores no acompañados, personas con discapacidad, personas de edad avanzada, mujeres embarazadas, familias monoparentales, personas víctimas de tortura, violaciones y víctimas de trata de seres humanos”.

En el acto también participaron la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, y la directora general de Política Interior, Cristina Díaz.

Esta última recordó su visita al campo de Shousa, en la frontera entre Libia y Túnez. Allí, junto a los refugiados, pudo “compartir sus sueños y alegrías”, aseguró, y dijo que se trató de una experiencia “impactante, que cargaré en mi mochila y me acompañará toda mi vida”.

Díaz también calculó que de los expedientes tramitados, entre unos 70 y 80 podrían convertirse en acogidas.

Por su parte, Corral remarcó que la llegada de estas personas contribuye a la “dinamización de la actividad económica, la ruptura de barreras contra el racismo y la xenofobia y la sensibilización cultural a través de la convivencia“.

El derecho de asilo está recogido en la Constitución española y por ello las organizaciones que trabajan en este campo manifestaron su “interés y disposición de trabajar conjuntamente con el actual Gobierno y las entidades concernidas para hacer entre todos que el sistema de protección internacional en España pueda ser un modelo de legislación y práctica para muchos otros Estados”.

RÉCORD EN 2011

Un total de 4,3 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse de manera forzosa el pasado año en todo el mundo. Esta cifra supone un nuevo récord en el número de refugiados, que asciende ya a 42,5 millones. Los países europeos registraron 327.000 nuevas solicitudes en 2011, y en concreto, España recibió 3.400 peticiones.

El acto finalizó con la “Marcha de los paraguas”, como símbolo de la protección que “se debe proporcionar a las personas refugiadas”.