Según informaron hoy en rueda de prensa responsables de ambos cuerpos, los 40 arrestados son de cinco nacionalidades diferentes. 33 son varones y siete mujeres. Seis son menores de edad.

Algunos de los detenidos están imputados, individualmente, por delitos contra la salud pública, contra la libertad sexual, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas y coacciones, entre otros.

Han sido efectuados 20 registros domiciliarios en la capital y varias localidades madrileñas, interviniéndose un total de 5 pistolas, dos de ellas reales, una granada de mano, numerosa munición, ocho bolo-machetes, tres bates de béisbol, 2.000 euros en efectivo, 400 gramos de cocaína y numerosa documentación y material informático.

Según han podido saber los investigadores, la banda tenía una estructura jerarquizada y utilizaba la violencia contra sus miembros como método de disciplina interna. En concreto, las personas castigadas eran azotadas repetidamente con un trozo de manguera, pudiendo llegarse a más de 400 latigazos por sesión.

La banda marcaba sus zonas de reunión con pintadas y observaba normas estrictas de seguridad utilizando a menores como vigilantes. Éstos solían patrullar en bicicleta alrededor del lugar donde el grupo se reunía.

La delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, felicitó a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por esta operación y aseguró que la actividad de estas bandas violentas ha disminuido en la región, si bien destacó la importancia de "preservar a nuestros jóvenes" de este tipo de grupos.