Según afirmó en una nota el presidente de Famma, Javier Font, "mientras en Europea la tarjeta permite a su titular aparcar en los lugares reservados a las personas con discapacidad en cualquier ciudad de los países de la Unión Europea, un titular de Alcalá de Henares que se desplace, por ejemplo, a Torrejón de Ardoz y aparque en lugar reservado sin tener una tarjeta común entre ambos municipios puede encontrarse, cuando menos, con una multa por aparcamiento indebido o la retirada del vehículo por la grúa. Esta situación no nos parece normal”.

La Tarjeta Europea que faculta a un conductor con discapacidad para aparcar en los lugares reservados a tal fin consiguió unificar los criterios de concesión de ese derecho y es reconocida normalmente. "Pero son los ayuntamientos, en última instancia, los que son competentes en regular su concesión. Como cada ayuntamiento tiene potestad en la regulación municipal de las tarjetas de aparcamiento, el titular de la misma es reconocido en el municipio que la concede sin que dicho reconocimiento sea correspondido en el municipio vecino", agrega la federación.

DIFÍCILMENTE EXPLICABLE

Según Famma, cada vez les llegan más quejas y consultas acerca de esta cuestión, "que, desde un punto de vista práctico, es difícilmente explicable, porque ¿cómo es posible que una persona con discapacidad, con su tarjeta de aparcamiento autorizada, con sus requisitos reconocidos y todo en regla pueda ser multada a sólo 5 kilómetros de su domicilio habitual? Es preciso hacer algo urgente para que, entre ayuntamientos de la misma Comunidad, se homologuen estas tarjetas”.

En 1998 la Unión Europea dictó una recomendación a los estados miembros sobre la creación de una tarjeta de aparcamiento para las personas con movilidad reducida, que permite a la persona con discapacidad o, si no conduce, al conductor que le acompañe, aparcar sin ser multada en las zonas restringidas de todos los países de la Unión y municipios, de forma que puede estacionar en las plazas reservadas para este colectivo, en las zonas de carga y descarga y también de forma gratuita en las zonas de parquímetros. Según el presidente de Famma, “los ayuntamientos pueden mejorar la tarjeta respetando los mínimos que establece Europa”.

Si esta tarjeta funciona en toda Europa es, en opinión de Javier Font, “bastante absurdo que se multe a estas personas dependiendo del municipio en el que aparquen por reglamentaciones distintas acerca de un mismo hecho reconocido en toda Europa. Con un poco de voluntad política se deben acabar estos problemas de tipo doméstico y tan fácil de solucionar”.