“Entendemos que hay que actuar manteniendo las distancias y las medidas de seguridad y que el autodiagnóstico no es válido. El diagnóstico para incorporarse al centro de trabajo tiene que ser a través de un test negativo”, defendió José de las Morenas en declaraciones a los medios.

A su juicio, “el retorno al puesto de trabajo debe ser seguro”, para lo que instó a que, ante la mayor contagiosidad de la variante ómicron, se refuercen medidas como la distancia interpersonal; la ventilación; el uso de material de protección individual y reducción de aforos.

Además, el coordinador del Área de Salud Laboral de UGT pidió que se tengan en cuenta los riesgos psicosociales, ya que “el miedo generado es un añadido en esta situación”.

Asimismo, urgió a reforzar la Atención Primaria y a que las pruebas diagnósticas sean “establecidas” por las autoridades sanitarias de las diferentes comunidades autónomas, puesto que “sería una situación insegura regresar al puesto de trabajo sin tener una prueba dando un resultado negativa”.

Por el momento, desde el sindicato señalan que no cuentan con cifras oficiales de las bajas laborales que está ocasionando la variante ómicron, aunque recuerdan que, según las cifras oficiales, hasta la llegada de dicha variante el número de bajas médicas fue de unas 100.000 durante el pasado año.