García-Legaz explicó que las alianzas internacionales con la UE y la OTAN y los programas de armamento conjuntos han permitido estabilizar últimamente las variaciones de año a año, y en 2011 esos compradores fijos volvieron a aglutinar buena parte de la demanda total. Así, a países de la UE se exportaron armas por valor de 589 millones (24,2%). No obstante, el porcentaje disminuyó sobre lo habitual por el incremento de las compras de Venezuela, Noruega y Australia.

De la UE, prosiguió, los principales compradores fueron el Reino Unido y Alemania, sobre todo por el Eurofigthter y el avión A400M. Por su parte, a países de la OTAN fueron armas por valor de 1.038 millones (42,7%), destacando como receptores Noruega y Estados Unidos.

El resto de países adquirieron armas por valor de 1.362 millones (el 56% del total), destacando como compradores Venezuela, Australia, México, Egipto, Chile, Colombia y Ghana. Por categorías de productos, las mayores ventas fueron de aeronaves, cuyo valor total fue de 1.124 millones de euros (46,2%) y buques de guerra, de los que se vendieron 941,5 millones (38,7%)

Seguidamente, el secretario de Estado de Comercio refirió las cuatro denegaciones de venta que se produjeron en 2011: dos a Guatemala y Zimbabue, por riesgo de desvío de las armas y por el embargo decretado por la UE, respectivamente, y otras dos, a envíos inicialmente destinados a EEUU y Venezuela, por motivos imputables a las empresas exportadoras. También en sintonía con lo aprobado por la comunidad internacional, se evitó exportar armas a Libia y el resto de países árabes inmersos en conflictos políticos internos.

Respecto al material de policía, España exportó en 2011 armas por valor de 747.000 euros, destacando como destinos Perú y Venezuela. Y, en cuanto a las armas de caa y deportivas, España vendió 46,9 millones, siendo los mayores compradores Ghana y EEUU.

Finalmente, el llamado material de doble uso, militar y civil, experimentó unas ventas de 99,4 millones de euros, ejecutándose el 54,4% de las operaciones autorizadas. El principal destino de tales mercancías fue China, que aglutinó el 18,7% de las compras, para un precio total de 18,6 millones. También sufrió tres de las 13 denegaciones que tuvieron lugar en este ámbito.

GRUPOS PARLAMENTARIOS

Los portavoces de los grupos parlamentarios coincidieron en alabar la legislación española sobre control de contratos de armas y transparencia a la hora de rendir cuentas al Parlamento y su ejecución por parte de los gobernos del PSOE y el PP. No obstante, algunos criticaron la escasa antelación con que la Secretaría de Estado de Comercio había enviado el informe, algo que el propio presidente de la Comisión, Agustín Conde, combatió al recordar que hace sólo 12 días que se celebró la reunión de la Mesa que convocó esta comparecencia.

El del PSOE, Luis Tudanca, retomó a este respecto la sugerencia de la líder de UPyD, Rosa Díez, de que se envíe primero el informe y a continuación se convoque la comisión, y se interesó por si otro país ha denegado alguna venta procedente de España y por la diferencia entre lo autorizado y lo realmente exportado.

Su compañero de IU, José Luis Centella, criticó que la crisis sirva de excusa para que el Gobierno se permita exportar armas a países de guerras y perpetuar así la constante de violencia. En su opinión, el tráfico de armas está “falto de control” y eso hace a los países vendedores “cómplices” de aquélla. García-Legaz contestó que el Gobierno en ningún caso relajará sus criterios por la crisis y que todas las operaciones tendrán que ser “escrupulosamente legales” para ser autorizadas.

En este sentido, el secretario de Estado alabó también la actitud y la responsabilidad de las empresas militares, que son, según dijo, “las primeras interesadas” en impedir que las armas que venden sean desviadas para servir a propósitos espúreos y no autorizados en el contrato.

Desde CiU, Jordi Xuclá preguntó para qué se venden materiales a Irán, en tanto que, en nombre del PNV, Arantza Tapia preguntó si se realiza un seguimiento del uso de las armas de caza que se exportan a Estados Unidos.

Por parte de UPyD, Irene Lozano expresó su temor por las armas libias que pueden care pidió más previsión para evitar cosas como el encuentro de munición de racimo española en un bombardeo de las tropas de Muamar Gadafi en Misrata y que los responsables del Gobierno tengan “un poco de vergüenza” y se abstengan de alabar a ciertos regímenes árabes a quienes venden armas en el intento de justificar las operaciones.

El portavoz de ERC, Joan Tardà, denunció que la ley que fijó los criterios para el comercio de armas es “un coladero” y que la competencia en este tema induce a exportar todo lo que sea posible. Reconociendo que hay muchos puestos de trabajo en juego en la industria militar, abogó por estudiar lo antes posible su reconversión.

Finalmente, desde el PP, Ignacio Uriarte destacó precisamente la repercusión social de la industria de defensa y pidió que el control especial al que se somete el comercio de armas se mantenga “pero sin demagogias”.