Según informó este jueves el Instituto Armado, la trama delictiva desarticulada en la 'Operación Lamak' tenía una alta capacidad logística, lo que le permitía realizar desembarcos de más de 1.000 kilogramos de hachís con periodicidad mensual en cualquier punto de la costa tinerfeña.

Los 27 arrestados eran de nacionalidades marroquí y española. Entre los capturados están el cabecilla de la organización -un ciudadano español sobre el que existían hasta cinco requisitorias judiciales para su búsqueda e ingreso en prisión-, así como dos ciudadanos de origen marroquí expertos en navegación marítima.

En el transcurso de la operación se ha aprehendido más de nueve toneladas de hachís y 1,3 kilogramos de cocaína, al tiempo que se han intervenido dos embarcaciones neumáticas, cuatro motores fuera borda, tres vehículos, trece armas de fuego y diverso armamento, como siete armas cortas, cinco armas largas tipo rifle y un arma de fuego artesanal de un solo disparo.

SUCESIVOS GOLPES

La investigación se inició a mediados de 2020, cuando se obtuvieron las primeras informaciones sobre la presencia de una organización criminal asentada en Tenerife con capacidad suficiente para la introducción de grandes cantidades de hachís.

Con el avance de las pesquisas se pudo conocer que el entramado criminal, formado por ciudadanos de origen marroquí y españoles, había conformado una fuerte estructura para llevar a cabo dichas actividades, disponiendo de una alta capacidad logística que le permitía realizar desembarcos de más de 1.000 kilogramos de hachís con periodicidad mensual en cualquier punto de la costa de Tenerife.

Por ello, en marzo de 2021 se inició la 'operación Lamak' con la primera aprehensión de dos furgonetas que transportaban 3.500 kilogramos de hachís que acababan de ser descargados en una playa del municipio de San Miguel de Abona.

A finales del mes de mayo se detectó en una playa del municipio de Arico una embarcación que transportaba 1.800 kilogramos de hachís. En agosto, los agentes frustraron un intento de introducir más de 2.000 kilogramos de hachís en la isla a través de una playa de la costa norte de Tenerife. Fruto de esta última acción fue detenido el cabecilla de la trama mientras conducía un vehículo tipo furgón.