Madrid. Desmantelado en la Cañada Real el principal “supermercado” de Madrid de cocaína y heroína

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desmantelado en la Cañada Real el considerado como principal punto de distribución de droga de Madrid. En concreto, en este punto se abastecía a la capital de heroína y cocaína.

Según informó la Policía, en el marco de esta operación han sido detenidas 20 personas. Los agentes registraron simultáneamente siete viviendas e incautaron 85.000 euros en efectivo.

En los registros también se localizaron ocho kilogramos de joyas por un valor de 240.000 euros; una granada de fragmentación; tres armas de fuego; cuatro vehículos; y diversa cantidad de cocaína, heroína y sustancia de corte.

Un matrimonio controlaba y supervisaba el funcionamiento de toda esta organización de venta de droga. Esta pareja llegaba a amenazar a clanes rivales para conseguir hacerse con todo el mercado de la droga de Valdemingómez. Además, miembros de otros históricos clanes, también vinculados al tráfico de estupefacientes en la zona, se habían puesto a su servicio y trabajaban para ellos.

La investigación comenzó el pasado mes de enero, cuando los agentes detectaron toda una red organizada que controlaba gran parte de la distribución de heroína y cocaína que se desarrollaba en la ciudad de Madrid.

“TURNOS” DE VENTA

Los investigadores localizaron el centro logístico del grupo en la Cañada Real. Además, las numerosas gestiones realizadas les permitieron identificar a un matrimonio que dirigía el tráfico de estupefacientes de diversos clanes asentados en el poblado de Valdemingómez. La pareja controlaba cada uno de los detalles de la venta y distribución de toda la droga y, aunque las tareas estaban repartidas entre diversos implicados, todo era supervisado por ambos.

Desde tres parcelas ubicadas en la Cañada Real, la organización controlaba el tráfico de droga de Madrid. Una de ellas se utilizaba únicamente como almacén, con lo que intentaban no despertar sospechas entre los agentes.

Cuando los miembros del grupo iban a por mercancía a esta parcela, se hacía con total cautela y aprovechaban los momentos en los que había menos presencia policial. Para ello contaban con la colaboración de numerosas personas que controlaban diversos puntos del poblado y daban aviso en el que caso de que hubiera policía por el entorno.

En otras dos parcelas se distribuía la mercancía. Actuaban como puntos de venta y permanecían abiertos las veinticuatro horas del día. Para que el suministro pudiera producirse a cualquier hora del día, el matrimonio había elaborado diversos turnos a cuyo frente ponían a personas de su total confianza. Ellos mismos supervisaban la puntualidad de estos individuos e, incluso, su eficacia, pagándoles después la cantidad convenida que en la mayoría de los casos era forma de dosis de droga.

(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2012
NBC