Según fuentes de la Xunta, así lo indicó Feijóo al intervenir de forma telemática en la Conferencia de Presidentes, momento que aprovechó para decir que coincide con el diagnóstico del Gobierno central sobre la actual situación en la que la presión asistencial avanza a menor ritmo con la variante ómicron, pero hay una gran velocidad de contagio.

Señaló, además, su preocupación por el hecho de que esta sexta ola se produzca en el peor momento del año, dada la elevada interacción en la Navidad. En este contexto, volvió a reivindicar la puesta en marcha de una ley de pandemias y más personal, pero no solo profesionales jubilados sino sobre todo incorporando a graduados en Medicina que no tienen formación especializada.

En esta línea, también recordó que las comunidades necesitan desde hace años la aprobación de la especialidad de Urgencias y un MIR extraordinario para Medicina de Familia. Además, habló de aprobar un fondo Covid-19 y de agilizar la vacunación y adelantar a los tres meses la administración de la tercera dosis. De lo contrario, avisó de que Galicia se cruzará de brazos el 3 de enero.

Igualmente, aludió a la necesidad de intensificar las pruebas diagnósticas, con carácter especial en los aeropuertos y estaciones de tren, además de extender el ‘certificado Covid’ a todos los ámbitos que sea posible.

Feijóo también se mostró favorable a la medida de recuperar la mascarilla en el exterior al menos hasta que termine el mes de enero, aunque dejando las zonas no urbanas al margen de esta decisión.

Habló, asimismo, de aplicar el documento de niveles elaborado por la Comisión de Salud Pública como guía para ordenar los interiores en función de incidencia y nivel de hospitalización.

Finalmente, abogó por establecer cuarentenas de los contactos positivos, salvo para los que tengan tres dosis. Advirtió, en este sentido, del riesgo de no hacerlo al menos en las próximas semanas.