Banco de España

El Banco de España detecta que la demanda de crédito ha perdido dinamismo en los últimos meses

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España señala que las nuevas operaciones de crédito se han desacelerado “de forma generalizada” en los últimos meses, con una demanda que habría avanzado “levemente” en el tercer trimestre del año en la mayoría de segmentos y un volumen de peticiones de financiación bancaria por parte de las pymes “muy reducido” entre abril y septiembre de este año, mostrando así una pérdida de dinamismo.

Así lo expone el organismo en un artículo analítico sobre la evolución reciente de la financiación y del crédito bancario al sector privado no financiero publicado este martes.

La institución señala que en las nuevas operaciones de crédito, el volumen del crédito nuevo se situaba en octubre en niveles inferiores a los registrados antes de la pandemia en la mayoría de los segmentos, a excepción de la nueva financiación para la compra de vivienda, que está en niveles “muy superiores a los de 2019, si bien se han estabilizado en los últimos meses”.

En concreto, el crédito nuevo destinado al consumo disminuyó entre junio y septiembre, y repuntó en octubre, en términos acumulados de tres meses, situándose en esta última fecha un 20% por debajo de los niveles medios de 2019.

Por el contrario, los nuevos préstamos captados por los hogares para fines distintos a la compra de vivienda y al consumo han mostrado recientemente un mayor dinamismo, recuperando prácticamente los niveles prepandemia.

Por su parte, la nueva financiación empresarial en los mercados de capitales mostró un “elevado dinamismo”, concentrado en el mes de octubre. Esta evolución se tradujo en una “desaceleración” de los saldos vivos de la deuda de los hogares y las sociedades no financieras, excepto en el segmento de financiación corporativa mediante emisión de valores de renta fija.

De este modo, los flujos de financiación bancaria se encontraban en octubre, en términos acumulados de tres meses, en niveles inferiores a los previos a la crisis sanitaria, con la excepción del segmento de las nuevas operaciones de crédito a autónomos, que se situaban en niveles similares.

AVALES DEL ICO

Por otra parte, cabe destacar que las nuevas operaciones de crédito a actividades productivas que han sido canalizadas a través de las líneas de avales públicos gestionadas por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) han seguido perdiendo peso desde el inicio del verano, y apenas suponen el 5% del total.

El importe dispuesto con avales públicos fue de 11.700 millones en los tres primeros trimestres de 2021, frente a los más de 93.000 millones concedidos entre marzo y diciembre de 2020, cuando más azotó la pandemia. El crédito a los sectores muy afectados y moderadamente afectados creció notablemente en los meses iniciales de la crisis del Covid-19, para estabilizarse después en niveles superiores a los previos a esta. Por el contrario, los sectores menos afectados mostraron un moderado incremento inicial del crédito y un descenso posterior a niveles inferiores a los previos al estallido de la pandemia.

El saldo vivo de crédito al sector privado residente en España se redujo un 0,2% en septiembre respecto al mismo mes de 2020, la misma tasa que en el trimestre anterior, en contraste con los aumentos (superiores al 2,5 %) de los trimestres previos. Este cambio de tendencia en la evolución del stock de crédito en los dos últimos trimestres es generalizado entre entidades.

Respecto a la calidad del crédito, el Banco de España destaca que no se ha observado, por el momento, un aumento generalizado de los activos dudosos y siguen reduciéndose, en un 5,1% en tasa interanual en septiembre de 2021, “si bien es cierto que el ritmo de descenso es inferior a las tasas de dos dígitos a las que caían los dudosos antes de la pandemia”.

Los créditos en vigilancia especial - indicativa de riesgos de impago latentes por el deterioro del perfil de riesgo de las empresas acreditadas- de los sectores muy afectados crecieron con mucha fuerza desde el tercer trimestre de 2020, hasta triplicar en septiembre de 2021 su volumen con respecto a su nivel previo a la pandemia, desde los 5.500 millones en diciembre de 2019 hasta los 16.800 millones en septiembre de 2021.

RENTABILIDAD DE LA BANCA

Por otra parte, el Banco de España añade a este informe un artículo en el que analiza la reducción de los ingresos y los márgenes por intereses de los bancos y en el que concluye que, tras la pandemia, la caída de la rentabilidad de los activos ha contribuido a reducir el margen de intereses de las entidades y que el crecimiento del crédito a determinados sectores (como las sociedades no financieras) solo ha podido compensar la pérdida de ingresos de modo parcial.

“Esto no implica que una eventual subida de tipos de interés mejore necesariamente la rentabilidad bancaria, siendo necesario evaluar en ese escenario el esperable efecto negativo sobre la cantidad con el efecto positivo sobre los precios”, destaca.

Señala que eso dependerá, en buena medida, de los determinantes de esa subida de los tipos de interés y puntualiza que “si esa subida no viniera acompañada de una mejora de las perspectivas de crecimiento potencial de la economía, un mayor nivel de los tipos de interés contraería el flujo de crédito y empeoraría la calidad crediticia, lo que minoraría la rentabilidad, al requerir un aumento de la dotación a provisiones”.

(SERVIMEDIA)
21 Dic 2021
MMR/gja