Según informa CiU, el servicio de seguridad de Ferrocarriles emplea perros desde hace bastantes años. Sin embargo, al parecer, los animales proveídos para hacer el servicio “no son respetados en sus necesidades básicas de descanso, alimentación, agua, luz, ni asistencia veterinaria”.

Según señala en su iniciativa la formación nacionalista, la mayoría de los perros sufren “displasia y multitud de heridas”, y subraya que las instalaciones habilitadas para la entrega y recogida, donde los perros pasan largas horas, están en habitaciones “tétricas, húmedas y sin ventilación”.

Apunta igualmente otras presuntas irregularidades, entre las cuales destacan presuntas falsificaciones de cartillas sanitarias, perros sin microchip, seguros domésticos y no de trabajo, así como falsificación de certificados veterinarios. Incluso el que los perros no están adiestrados para trabajar de cara en el público. CiU agrega que responsables de FGC conocen esta situación, pese a lo cual “han permanecido absolutamente indiferentes”.

La propuesta de resolución pide investigar estas supuestas irregularidades y hechos, y depurar las debidas responsabilidades políticas.