En concreto, entrarán en el máximo órgano de la institución el vicepresidente segundo de la Conferencia Sectorial de Cultura y el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), así como el presidente de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (Secc).

Con el nuevo estatuto, la Biblioteca Nacional pasa a denominarse Biblioteca Nacional de España, "para una mejor identificación en los foros y organizaciones internacionales, donde concurre con bibliotecas nacionales de otros países", según señala el real decreto aprobado por el Gobierno.

Otra novedad es que se modifica el procedimiento del nombramiento del director general de la biblioteca, que será nombrado por Real Decreto, acordado en Consejo de Ministros a propuesta del titular del Ministerio de Cultura, previa consulta al Real Patronato y atendiendo a criterios de competencia profesional en el área de bibliotecas y gestión cultural.

El nuevo estatuto amplía las funciones de competencia de la Dirección General debido a las nuevas actividades que actualmente desarrolla la Biblioteca Nacional de España, tanto en materia de participación en programas y proyectos nacionales e internacionales de cooperación bibliotecaria, como en materia de contribución normativa, particularmente en lo que se refiere a la reproducción, acceso, comunicación y digitalización de obras sujetas a derechos de autor.