Los resultados de esas elecciones fueron el asunto central en la reunión de la Permanente de la dirección socialista, de la que dio cuenta después en rueda de prensa el propio Rubalcaba.

Aseguró que se siente "satisfecho" por el que es un "buen" resultado, y que también en el ámbito interno, con José Antonio Griñán y Javier Fernández fortalecidos, se siente "cómodo".

Ambos tienen ahora manos libres y respaldo total de la dirección federal para intentar gobernar con los pactos que consideren oportunos.

La conclusión del análisis de los resultados electorales es que el PSOE sigue siendo un partido "fuerte" que puede atravesar distintos momentos pero "con el que siempre hay que contar, al que no se puede ignorar".

El PP no ha visto colmadas sus expectivas, en su opinión, porque está haciendo cosas "distintas" a las que prometió, y porque los andaluces y asturianos valoran sus servicios públicos como algo a preservar y que está en riesgo, y ante lo que han dejado claras "las líneas rojas".