ETA. Los acusados del atentado de Santander proclaman su “orgullo” de ser etarras
- En el juicio de la Audiencia Nacional
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Los etarras Idoia Mendizabal, Jon Kepa Preciado y Jon González, acusados de ser los autores del atentado con coche-bomba que tuvo lugar en Santander el 22 de junio de 2002, en el que resultaron heridas seis personas, se negaron a participar en el juicio que la Audiencia Nacional celebró hoy contra ellos pero proclamaron su “orgullo” de pertenecer a ETA.
“Soy militante de ETA y estoy orgullosa de serlo”, dijo Mendizabal en euskera al inicio de la vista oral. Preciado, por su parte, pronunció el lema etarra “Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte” (dale duro hasta conseguir la independencia y el socialismo), mientras que González se limitó a decir que no reconocía la legitimidad del tribunal para juzgarle y que no tuvo nada que ver con el atentado.
El fiscal encargado del caso, Pedro Martínez Torrijos, pidió que se condene a 26 años de cárcel a Mendizabal, al acusarla de delitos de robo de vehículo a motor, falsedad en documento oficial y estragos terroristas, además de seis faltas de lesiones por los seis heridos. El representante del Ministerio Público solicitó, además, sendas penas de 20 años de cárcel para Preciado y González por los estragos terroristas y las seis faltas de lesiones.
Martínez Torrijos sostuvo que fue Mendizabal, con la colaboración de los fallecidos Egoitz Gurrutxaga y Hodei Galarraga, quien se encargó de la preparación del coche-bomba, con un artefacto de 30 kilos de explosivo.
LLAMADA DE ALERTA
Mendizabal fue también quien impartió las instrucciones precisas a Preciado y González. Los etarras, sobre las 14.00 horas del 22 de junio de 2002, telefonearon al diario “Gara” y al centro de ayuda en carretera DYA alertando de la colocación de un coche-bomba en la calle Vargas de Santander, indicando que el mismo iba a explotar a las 14.50 horas.
Los agentes de la policía tuvieron tiempo para localizar el coche-bomba, evacuar los edificios colindantes y acordonar la zona. La explosión tuvo lugar sobre las 14.50 horas, hiriendo a seis personas, entre ellas a un agente de la policía, y afectó a un gran números de vehículos y viviendas. El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado publicado el 5 de julio de 2002 en el diario “Gara”.
Además de las penas de cárcel, el fiscal Martínez Torrijos solicitó que se imponga a los acusados la prohibición de residir y aproximarse a Santander por un periodo de 10 años tras salir de prisión. También pidió que se condene a los etarras a indemnizar con diferentes cantidades a los heridos en el atentado.
DECLARACIONES INCULPATORIAS
En la vista oral compareció como testigo el etarra Gorka Martínez, quien inculpó a Mendizabal, Preciado y González en el atentado de Santander en su declaración ante la Ertzaintza tras ser detenido.
El terrorista dijo haber sufrido malos tratos por parte de la policía autonómica para retractarse de las declaraciones inculpatorias. “Todo me parece una novela”, dijo el testigo. En la vista oral también comparecieron varios agentes de la Ertzaintza, quienes negaron malos tratos a Martínez y aseguraron que su declaración fue voluntaria.
Los peritos que declararon ante el tribunal explicaron que en los nombres de los acusados aparecieron relacionados con la descripción del atentado de Santander en los documentos incautados al dirigente de ETA Juan Fernández Iradi, alias “Susper”, detenido en diciembre de 2002 en Tarbes (Francia).
(SERVIMEDIA)
20 Mar 2012
DCD/gja