García-Margallo: “¿El 0,7? Sí, cuando se pueda”
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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseguró hoy que el Gobierno mantiene como “obligación” destinar a ayuda oficial al desarrollo el 0,7% del PIB, pero que no puede hacer previsiones de cuándo se llegará a él dada la volatibilidad de la situación. “¿El 0,7%? Sí, cuando se pueda”, sintetizó.
En su réplica a las intervenciones de los portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisión de Cooperación Internacional del Congreso de los Diputados, García-Margallo constató que tendrá que ajustar las cifras de recortes al nuevo objetivo de déficit del 5,3% fijado por la Comisión Europea.
Aseguró que recortar cooperación al desarrollo ha sido muy doloroso para él, pero que “la otra opcion podría ser recortar pensiones o cerrar ambulatorios”. En todo caso, recordó que el porcentaje pasó del 0,45% al 0,29% entre 2008 y 2011.
El ministro respondió así a las peticiones de concreción que le trasladaron los portavoces sobre cuál será el recorte final en el presupuesto de cooperación. También contestó a otras de las objeciones que se le formularon, en el sentido de que su intervención inicial había tendido a mezclar la cooperación en sí con los intereses privados españoles.
A esto replicó García-Margallo que en el mundo globalizado hay que actuar con los actores privados y que “contar con las multinacionales es bastante razonable”. Él se declaró “absoluto partidario de la participación privada” en la cooperación al desarrollo. Por último, insistió en su idea de que los países del Tercer Mundo deben tender a abandonar su dependencia de la ayuda exterior y en que se ha de mejorar la eficiencia de la cooperación de tal manera que ésta no dé un pez sino que enseñe a pescar.
GRUPOS PARLAMENTARIOS
Entre los grupos parlamentarios, el portavoz del PSOE, César Luena, ofreció colaboración al ministro, pero mostró su preocupación por los “recortes con diligencia peligrosa” que a su juicio ha realizado el Gobierno, centrando en cooperación la mengua en el presupuesto del Ministerio y restando la ayuda al desarrollo a la mitad.
La de Izquierda Plural, Laia Ortiz, rechazó que la cooperación pueda entenderse como “un lujo en tiempo de bonanza” que se ha de recortar cuando la situación económica es peor, le pidió concretar a cuánto ascenderá el recorte. Además de la cantidad, cuestionó la “calidad de la ayuda”, pues a su juicio buena parte de la expuesta por el ministro tenía que ver con intereses comerciales y políticos. “Hay que distinguir lo que es cooperación de lo que es un negocio”, puntualizó.
Desde CiU, Antón Picó recordó a García-Margallo que, en la actual crisis, otros países han aumentado su ayuda al desarrollo y que, cuando se ayuda a prosperar al Tercer Mundo, los estados ricos se benefician indirectamente también. Además, apuntó que la solidaridad ha de acompañar al impulso para que los países pobres aumenten su riqueza y defendió la colaboración entre la ayuda pública y las ONG y el sector privado.
A su vez, en nombre de UPyD, Irene Lozano preguntó si los recortes en ayuda al desarrollo serán sobre todo en cooperación bilateral o multilateral y si no redundarán en pérdida de influencia política. Y exigió que la cláusula democrática, no ayudar a países que no apliquen el Estado de Derecho, se aplique con menos laxitud, por ejemplo en lo que respecta a Marruecos, Cuba y Guinea Ecuatorial.
Aitor Esteban, portavoz del PNV, acusó en la intervención del ministro una demasiada ligazón entre la ayuda al desarrollo y los intereses privados de España, criticó su interpretación histórica de que las antiguas migraciones fueran a países vacíos y sin patrones culturales asentados y se preguntó si cree que la Aecid tiene suficientes medios para controlar el uso de la ingente cantidad de dinero que maneja.
Como portavoz del Grupo Mixto, Joan Tardá (ERC) se interesó por el grado en que el recorte de ayudas afectará particularmente al Sahara Occidental, por el papel del ejército como agente de cooperación y tachó de “miseria moral” escudarse en la mala situación económica para no ayudar a quienes están peor.
Desde el PP, Juan Carlos Grau dijo que coincidía absolutamente con los planteamientos explicados por el ministro, defendió los avances en cooperación logrados por los gobiernos de José María Aznar y celebró el reciente acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos.
(SERVIMEDIA)
14 Mar 2012
KRT/gja